Conflictos en Oriente Próximo
La ONU castiga a Irán pese al acuerdo con Brasil y Turquía
La mayoría de los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU –incluidos todos los permanentes– votaron ayer a favor de endurecer las sanciones que se aplican a Irán por su programa nuclear. Turquía y Brasil, que acaban de firmar un acuerdo con Teherán, destacaron que este castigo puede cerrar la vía a una solución diplomática.
GARA | NUEVA YORK
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó ayer una nueva ronda -y más dura- de sanciones contra Irán por su «negativa a detener el enriquecimiento de uranio y abrir por completo su programa nuclear a la supervisión internacional».
La resolución, auspiciada por EEUU, contó con el apoyo de doce de los quince miembros del máximo órgano de la ONU, incluidos los cinco permanentes (EEUU, Rusia, China, Estado francés y Gran Bretaña), mientras que Brasil y Turquía votaron en contra y Líbano optó por la abstención.
Brasilia y Ankara consideran que las nuevas sanciones son contraproducentes y que se deba dar más tiempo a la diplomacia. «No creemos que las sanciones sean un instrumento efectivo en este caso, ya que lo más probable es que causen sufrimiento al pueblo iraní», dijo la embajadora brasileña ante la ONU, Maria Luiza Ribeiro Viotti, en una intervención antes de la votación.
Ribeiro Viotti explicó que su país considera contraproducente aumentar la presión a Irán después del acuerdo alcanzado en mayo por Brasil y Turquía con Teherán para intercambiar combustible nuclear.
Ese mismo argumento esgrimió el embajador turco, Ertugrul Apakan, al anunciar la negativa de Ankara a secundar la propuesta de EEUU.
«La declaración de Teherán ha creado una nueva realidad con respecto al programa nuclear iraní», aseguró Apakan.
Ese acuerdo compremete a Irán a entregar a Turquía 1.200 kilos de uranio enriquecido al 3,5% para recuperar un año después 120 kilos del material purificado en un 20% para un reactor de uso médico.
Por otro lado, los miembros del Consejo de Seguridad consideraron que «se han dado a Irán amplias oportunidades para disipar las dudas de la comunidad internacional» y señalaron que el acuerdo con Turquía y Brasil es insuficiente.
La embajadora de EEUU ante la ONU, Susan Rice, señaló que «Irán ha tenido numerosas oportunidades de verificar que su programa nuclear tenía una finalidad pacífica, pero no lo ha hecho», al tiempo que subrayó «la grave amenaza que plantea» el programa nuclear iraní.
Asimismo, Rice se refirió al acuerdo de Brasil y Turquía con Irán, para señalar que ambos países «han trabajado mucho para lograr progresos y ese documento refleja buenas intenciones», pero agregó que «todavía hay muchas cuestiones sobre el programa nuclear iraní a las que no responde».
El presidente de EEUU, Barack Obama, quiso ofrecer una imagen más moderada y destacó que las sanciones contra Irán no suponen cerrar la puerta a la diplomacia.
«EEUU sigue abierto al diálogo, pero Irán debe cumplir con sus obligaciones y demostrar claramente a la comunidad internacional la naturaleza de sus actividades nucleares», declaró en Washington.
«Francia da la bienvenida a la adopción de esa resolución», afirmó el embajador francés, Gérard Araud, que subrayó que «Irán ha desarrollado un programa nuclear clandestino durante 18 años».
La resolución adoptada ayer establece nuevas restricciones a las operaciones de los bancos iraníes en el exterior si se sospecha que tienen vínculos con los programas nucleares o balísticos de Teherán, al tiempo que incrementa el escrutinio de las transacciones en el exterior de todas las entidades financieras del país.
Asimismo, endurece el embargo de armas a Irán y sanciona a tres entidades controladas por la empresa naviera pública iraní, así como otras quince pertenecientes a la Guardia Revolucionaria. También refuerza el régimen de inspecciones a buques y aviones iraníes.
En total, en los anexos de la resolución se precisa el nombre de 40 entidades y empresas iraníes a las que se les congelarán sus activos en el exterior, mientras que se incluye el nombre del responsable de la central nuclear de Isfahan, Javad Rahiqi, al que se le prohíbe viajar al exterior.
El contenido de esta resolución es el producto de largos meses de negociaciones entre los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad y Alemania, en las que se suavizaron algunas medidas propuestas inicialmente por Washington y sus aliados occidentales.
Irán, por su parte, anunció que no interrumpirá sus operaciones de enriquecimiento de uranio pese a las nuevas sanciones, según indicó el embajador de la República Islámica ante la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), Alí As-ghar Soltanieh.
«No va a cambiar nada. Vamos a seguir con nuestras actividades de enriquecimiento sin ninguna interrupción», declaró Asghar Soltanieh a los periodistas en un receso de la reunión del Consejo de Gobernadores de la AIEA que se celebró ayer en Viena.
El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, fue más lejos y señaló, en declaraciones a la agencia ISNA desde Dushambé, que las sanciones de la ONU «no valen nada y sólo sirven para tirarlas a la papelera como si fueran pañuelos usados».
Israel aplaudió las sanciones contra Irán, destacando que «van en la buena dirección», según el viceprimer ministro Silvan Shalom.
Horas antes de que se votase en el Consejo de Seguridad de la ONU, EEUU, Estado francés y Rusia comunicaron a la AIEA sus reservas sobre el acuerdo sobre intercambio de uranio firmado por Irán con Turquía y Brasil.
El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, anunció que no acudirá a la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) que comienza hoy por las discrepancias con Moscú sobre el programa nuclear.
EEUU está preocupado por que la ruptura de las relaciones de Turquía con Israel y los temores de que Europa rechace las aspiraciones de Ankara en su ingreso en la UE esté empujando a este país «hacia el este», según afirmó ayer el secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates.
Como único miembro musulmán de la OTAN, Turquía ha sido un aliado clave de EEUU en Oriente Próximo, pero el deterioro de sus vínculos con Israel y su reciente acercamiento hacia Irán han causado cierta preocupación en Washington.
«Personalmente creo que si hay algo que contribuye a la noción de que Turquía se está moviendo hacia el este es, desde mi punto de vista, porque fue empujada, y empujada por algunos en Europa que rechazan dar a Turquía el tipo de vínculo orgánico con Occidente que Turquía busca», afirmó Gates.
Las largas negociaciones de Turquía para ingresar en la UE han ido lentamente por las disputas sobre Chipre pero también porque los representantes del Estado francés y Alemania han dejado claro que no quieren que los turcos se unan.
Las relaciones entre Ankara y Tel Aviv cayeron a su nivel más bajo en décadas la semana pasada, cuando nueve ciudadanos turcos murieron en el asalto israelí a la flotilla humanitaria que se dirigía a Gaza. Al mismo tiempo, Turquía ha intentado un nuevo acercamiento con Irán, ofreciéndose a intercambiar uranio para el reactor de investigación de Teherán.
El ministro turco de Asuntos Europeos, Egemen Bagis, rechazó el planteamiento de Gates durante un encuentro con periodistas que mantuvo ayer en Bruselas.
«Es como mezclar peras con manzanas», comentó Bagis, el negociador turco en las negociaciones con la UE.
Preguntado sobre las reticencias de algunos países europeos a una adhesión turca a la UE, Bagis destacó que «Europa tiene que respetar sus compromisos legales con Turquía» y que «necesita a Turquía».
La UE rechazó las manifestaciones de Gates, destacando que «mantenemos muy buenas relaciones tanto con Turquía como con Israel y las relaciones bilaterales entre estos dos países no están ligadas a las de la UE con cada uno de ellos», según indicó a France Presse Maja Kocijancic, portavoz de la responsable de la diplomacia de la UE, Catherine Ashton.
«El progreso en las negociaciones de adhesión depende del progreso de las reformas en Turquía», destacó Kocijancic. GARA
El presidente de EEUU, Barack Obama, calificó, tras reunirse con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, en la Casa Blanca, de insostenible la situación de Gaza y reclamó a Israel que busque con todas las partes una solución.
