La OTAN trata de tomar la temperatura de las ambiguas calles de Kandahar
Soldados de la OTAN intentan entablar conversación con los habitantes de Kandahar para tratar de conocer de primera mano el ambiente que se vive en este feudo talibán, en el que los insurgentes amenazan con represalias a quien contacte con los occidentales.Daphné BENOIT (AFP) |
En las callejuelas repletas de gente del centro de la ciudad de Kandahar, feudo del movimiento talibán, un soldado canadiense comienza discretamente a conversar con un comerciante. Su misión: tomar la temperatura a una población con un corazón difícil de conquistar.
Ligeramente al margen de una patrulla a pie de soldados afganos y estadounidenses, el teniente Alex Lomasney se quita sus guantes caquis para estrechar la mano del vendedor ambulante, al que le dirige unas palabras en pashto.
«¿Ha ha oído hablar de la jirga?», pregunta, en referencia a la asamblea tradicional de 1.600 representantes de las tribus y la sociedad civil afgana que se reunió la pasada en Kabul para intentar buscar una salida al conflicto que dura ya más de ocho años.
A su lado, un intérprete afgano, tapado con un pañuelo hasta los ojos para ocultar su cara, traduce las preguntas y las respuestas.
Rodeado por un grupo de curiosos, el hombre responde afirmativamente: «Su objetivo es que nos aporte seguridad, in-shallah».
La entrevista es breve. No es cuestión de atraer la atención mientras los talibán amenazan con represalias a los sospechosos de colaborar con las fuerzas internacionales.
La patrulla camina por una pista de tierra rodeada de basura en la que comen algunas cabras, antes de regresar a una colorista avenida repleta de puestos que ofrecen sandías, montones de tela y ferralla. Entre la gente, la presencia de los uniformados provoca tantas miradas hostiles como sonrisas de bienvenida.
[Once civiles, entre ellos mujeres y niños, y dos soldados de la OTAN murieron ayer en dos atentados al sur de Afganistán, los últimos episodios de una serie mortal esta semana para los soldados afganos y las fuerzas internacionales.
Por otra parte, dos soldados daneses murieron ayer y otros dos resultaron heridos al oeste de Dinamarca durante un entrenamiento para las tropas destinadas a Afganistán].
Al menos catorce insurgentes islamistas murieron ayer al ser alcanzados por misiles de EEUU en un intervalo de doce horas en el noroeste de Pakistán, donde la CIA ataca regularmente a talibán y miembros de Al-Qaeda.