GARA > Idatzia > Iritzia> Gaurkoa

Frida Modak Periodista

Colombia: del «error» de las encuestas al «legado» de Uribe

El resultado de la primera ronda electoral en Colombia sólo podría explicarse por dos motivos, dicen los expertos en asuntos electorales. Uno es que las encuestas hayan sido manipuladas para favorecer un determinado tipo de campaña publicitaria; el otro es que los manipulados sean los votos emitidos por los colombianos. Las dos posibilidades son graves y es a las autoridades electorales de ese país a las que les corresponde pronunciarse.

Ya la presidenta del Consejo Nacional Electoral dijo que los resultados le «dieron la razón» a un proyecto que ella presentara hace tres meses para reglamentar las encuestas, en el que planteaba la prohibición de las encuestas telefónicas y por Internet y la fijación de días mínimos de diferencia entre un sondeo y otro.

Los encuestadores, por su parte, alegan que sus pronósticos quedaron desfasados por el cambio que se habría producido la semana anterior a los comicios, periodo durante el cual está prohibida la publicación de encuestas. Lo concreto es que falta claridad y habrá que confiar en que con el tiempo se sepa qué pasó y de qué manera eso está o no relacionado con el «revolcón», como Juan Manuel Santos denominó al cambio en su campaña.

Por ahora, la atención está centrada en la segunda ronda electoral que se efectuará en pocos días. El ex ministro de Defensa Juan Manuel Santos, que aparece como el heredero del presidente Álvaro Uribe, quiere asegurarse bien de que su 46,56% no vaya a cambiar y está llamando a otros partidos de derecha a que lo apoyen para formar «un gobierno de unidad nacional». El Partido Conservador le dijo que sí, con excepciones como la de Noemí Sanín, que fuera su candidata en la primera ronda. Al escribir estas líneas, los liberales mantenían su posición de dejar libertad de acción a sus militantes y le pedían a Santos que explicara qué es para él un gobierno de unidad nacional.

Por su parte, Antanas Mockus, el candidato del Partido Verde, que alcanzó el segundo lugar con el 21,4%, planteaba algo diferente. Se propone atraer al 51% de colombianos que se abstuvieron de votar. No busca alianzas burocráticas, dijo, sino «alianzas de ciudadanos» y así es como entiende un posible acuerdo con el Polo Democrático. Este partido dijo que apoyarían a Mockus en la segunda ronda, con base en una carta abierta que han elaborado y en la que se plantean como puntos fundamentales el respeto a la soberanía nacional, a los derechos laborales, sociales y económicos y a que se les quiten las tierras a las mafias. Se trataría, entonces, de un apoyo sobre puntos concretos y no una mezcla entre ambos partidos, la que Mockus estimó inconveniente para los dos. El Partido Verde es de centro y el Polo, de izquierda. El objetivo de Mockus es llegar a los abstencionistas, que son en su mayoría ambientalistas y anticlientelistas, definición esta última a la que se suma Mockus.

Para quienes piensan que Santos ya es presidente, vayan estos datos: los votos de los otros cuatro candidatos suman 4.300.000; los de Mockus superan los 3 millones; los de Santos son 6.700.000; y persiste la incógnita de cuántos del 51% que se abstuvo podrían votar esta vez y por quién.

En Colombia se habla mucho de lo que denominan el «legado» del presidente Uribe, que consistiría en lo que algunos consideran debilitamiento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la disolución de los paramilitares, el combate al narcotráfico y la delincuencia, todo ello en el marco de su llamada política de seguridad democrática y el Plan Colombia financiado por Estados Unidos. Pero en las últimas semanas, en especial, han surgido informaciones que contrastan con estos logros. Lo que se ha estado denunciado desde hace ya meses es que los paramilitares se han reagrupado bajo otras denominaciones y continúan realizando las mismas actividades, que además del narcotráfico consisten en intervenir en los procesos electorales.

Los antecedentes al respecto son numerosos. Se han publicado testimonios de jefes de los «paras» que relatan cómo presionan y amenazan a los votantes de distintos lugares para imponer y hacer ganar a los candidatos a cargos de elección que ellos respaldan. Ahora, en vísperas de la elección, surgieron acusaciones contra un hermano del actual presidente. Juan Carlos Meneses, ex mayor de la Policía Nacional de Colombia, acusó a Santiago Uribe Vélez de haber creado y mantenido en los años 90 una estructura paramilitar que cometió crímenes en connivencia con la policía en Antioquia. Meneses sostuvo que el presidente había apoyado las actividades de su hermano.

La denuncia la formuló en Buenos Aires, Argentina, el grupo integrado por Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz y director del Servicio Paz y Justicia; Carlos Zamorano, de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre; Eduardo Freiler, juez de la Cámara Federal de Apelaciones en lo Criminal y Correccional; Binusz Smuckler, presidente consultivo de la Asociación Americana de Juristas, y Ernesto Moreau, representante de la Asociación Americana de Juristas.

Por otra parte, Gabriela Cariba Knaul de Albuquerque e Silva, Relatora Especial de las Naciones Unidas para la independencia de jueces y abogados, quien en diciembre pasado visitó Colombia, acaba de señalar en su informe al Consejo de Derechos Humanos de la ONU que «durante los últimos años han aparecido nuevos actores armados ilegales. En este marco se establecieron vínculos entre dirigentes de grupos paramilitares y políticos, incluidos miembros del Congreso». Señaló también que la extradición a Estados Unidos de 18 paramilitares colombianos por tráfico de estupefacientes «ha impedido» que dieran testimonio sobre los crímenes de lesa humanidad que cometieron «y sobre sus relaciones con políticos colombianos, principalmente congresistas y funcionarios». Esta información apareció en el diario «El Tiempo de Bogotá» el 2 de junio. Ese periódico fue creado por un antepasado del actual candidato presidencial Juan Manuel Santos y permaneció en su totalidad en manos de la familia hasta que hace más de un año se vendió una parte al grupo español Planeta.

El pasado 27 de mayo, cuando aún estaban vigentes las encuestas electorales, la Cancillería colombiana anunció la visita de Hillary Clinton a ese país. Según la embajadora de Colombia en Estados Unidos, esa visita es «una muestra clara de la relación estrecha entre los dos países y un mensaje de apoyo a Colombia, a su democracia y a la importancia de los temas de la agencia bilateral». No mencionó temas.

Llamó la atención que la visita fuera a tan pocos días de la elección y las interpretaciones han sido muchas. Dos días después de los comicios el presidente Uribe dijo que Hillary Clinton estaría allí los días 8 y 9 de este mes. Agregó que los dos países tienen una «alianza» contra el narcotráfico y que su Gobierno ha avanzado mucho en la lucha contra ese flagelo.

Pero también manifestó: «Vamos a ver qué nos van a decir de la ratificación del Tratado de Libre Comercio en los Estados Unidos. Mientras ellos piensan allá, nosotros hemos venido buscando tratados de comercio con otros países del mundo». Y la funcionaria no podrá darle buenas noticias, porque días después de estas declaraciones del mandatario se entrevistaron con él los congresistas Mark Warner y Chistopher Dodd. Este último dijo que sólo quedaban 40 días de sesiones en el Congreso de su país y que ese tratado no se discutirá por falta de tiempo. Eso implica que no se tratará en el curso de este año. Los parlamentarios estadounidenses lo tienen detenido hace varios años por estimar que en Colombia no hay seguridad para los dirigentes sindicales.

De todas maneras se hablará sobre el tema y también del combate a las drogas a través del Plan Colombia, por el cual Washington ya ha dado a los sucesivos gobiernos colombianos 6.500 millones de dólares. Se informó también que la secretaria de Estado se reunirá con el candidato Manuel Santos. La portavoz de la Secretaría de Estado formuló una declaración felicitando al pueblo colombiano por «su fuerte participación electoral». No hizo comentario alguno acerca del 51% de abstención.

Y aunque no habrá tratado de libre comercio este año, sí habrá Cuerpos de Paz estadouni-denses. Como se recordará, fueron creados en el marco de la Alianza para el Progreso de John Kennedy y después de unos años desaparecieron, al menos en nuestra región. La señora Clinton dijo hace un tiempo que los revivirían y este año volverán a Colombia, a raíz del convenio firmado el 11 de mayo pasado entre el canciller colombiano, Jaime Bermúdez, y el director de los Cuerpos de Paz, Aarón Williams.

© Alai AmLatina

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo