Bobadas alpinas
Marte
Kike DE PABLO | Alpinista
Ni el más dedicado alpinista, ni el más fanático escalador es tan unidimensional como pudiera parecer. Las fluctuaciones y torbellinos de la vida te voltean y te encaminan. Alguien que dejó la pasión de la montaña por otra, o por alguna tragedia personal o naufragio privado. Astronautas, inspectores de hacienda, enajenados mentales o muertos en el más anodino de los accidentes de la vida cotidiana. El esquiador de lo extremo Peter Ressman, que junto con Axel Naglich efectuó en 2007 el descenso más largo del mundo en skis, el del Mt San Elias, Alaska, con 5489m de desnivel, 25km de distancia y con pendientes de hasta 60º, muere hace poco en accidente de tráfico cerca de Salzburg. Y no son pocos los que recorren un camino contrario, abandonando actividades apasionantes por una vida dedicada de lleno a la práctica de la montaña. El italiano Giuseppe Pompili, miembro de la ESA (Agencia Espacial Europea), en ruta ahora hacia el K2, renuncia a la posibilidad de formar parte del experimento Mars 500, en marcha en la Ciudad de las Estrellas, junto a Moscú, en el que seis “tripulantes” se han encerrado durante 520 días en una réplica de módulo espacial, simulando un viaje a Marte. «Desde mi punto de vista, volar a Islamabad en vez de hacia Moscú, solamente cambia la perspectiva. Voy de un viaje sicológico a uno vertical, de una exploración científica, la más fascinante aventura de nuestro tiempo, a una búsqueda personal de mis límites en el K2». Bueno...quizás demasiado grandilocuente.