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Criterium du Dauphiné

A tope con la chavalería

Boasson se lleva la etapa por delante de Durán, Van Garderen acaba cuarto y Sicard como mejor vasco.

Amaia U. LASAGABASTER

Una nueva generación llama a la puerta. Y lo ha hecho con fuerza en el Criterium du Dauphiné que acabó ayer. La tercera plaza en la general de Tejay Van Garderen, el triunfo en la última etapa de Edvald Boasson-Hagen o el empuje de Romain Sicard o Arkaitz Durán merecen tanta atención como el vencedor final. Es decir, Janez Brajkovic o, gran noticia para el ciclismo vasco, la armada naranja, que se llevó la general por equipos y la clasificación de la montaña en la persona de Egoi Martínez.

También se dejaron ver en la última etapa, 150 kilómetros entre Allevard les Bains y Sallanches, con cinco vueltas a un exigente circuito final con reminiscencias históricas, no en vano disfrutó con la victoria de Bernard Hinault en el Mundial de 1980. Las correspondientes cinco pasadas por el puerto, corto pero puñetero, de Domancy fueron rompiendo a la escapada del día -en la que se metieron Isasi, Alán Pérez y Arkaitz Durán-, hasta dejar a sólo cinco hombres en cabeza: Boasson-Hagen, Silin, Santaromita, Le Mével y Durán. Fue, precisamente, el corredor de Footon el que intentó dar el hachazo definitivo en la última ascensión -Sicard hacía lo propio en el pelotón de líderes-, aunque la buena fue la respuesta de Boasson, que acabó llegando en solitario a línea de meta, con casi medio minuto de ventaja sobre el gasteiztarra.

23 años el primero -aunque ya con un palmarés de miedo-, 24 el segundo y sólo 21 la gran revelación de la prueba, Tejay Van Garderen. En su primer año en la élite, el corredor norteamericano ha brillado en las dos jornadas contrarreloj y se ha mantenido cerca de los mejores en la montaña en una de las pruebas más prestigiosas del calendario. Algo que sorprende relativamente al corredor de Columbia, al que fue precisamente la regularidad la que concedió sus mejores momentos en el campo amateur. Por ejemplo, la segunda plaza en el Tour del Porvenir que se adjudicó, curiosamente, Romain Sicard. El lapurtarra, a sus 22 años, acaba la carrera como el mejor corredor vasco de la general, con la 11ª plaza, y sensaciones tan buenas como las que dejó su actuación camino de Risoul. Y contribuye, lógicamente, a la victoria de Euskaltel-Euskadi en la general por equipos, que se vio redondeada con el triunfo de Egoi Martínez en la clasificación de la montaña.

El premio gordo, decidido desde la víspera, fue para Janez Brajkovic (RadioShack), al que no ha podido desbancar Alberto Contador. El madrileño -que ya sólo disputará el Campeonato de España contrarreloj antes del Tour- parece marcharse satisfecho con sus dos victorias de etapa y recuerda que el año pasado llegó de amarillo a París tras haber concluído en el tercer peldaño del podio en la Dauphiné, aunque no son pocos a los que ha sorprendido su incapacidad para dejar atrás a Brajkovic camino de Alpe d'Huez. Seguro que, al menos, sus archienemigos de RadioShack se lo toman como una suerte de victoria moral en vísperas de la gran cita del año.

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