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Crónica | Salud laboral

La antigua Atofina tendrá que pagar 50.767 euros por daños a un analista

La antigua Atofina, que ahora se denomina Arkema Química, ha sido condenada a pagar casi 51.000 euros a un analista químico que sufre una incapacidad permanente por una lesión en la medula ósea provocada por la falta de medidas de seguridad y prevención en el trabajo con productos químicos, como reflejan las últimas sentencias judiciales.

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Juanjo BASTERRA

El trabajo con productos químicos necesita de una prevención adecuada a los riesgos laborales. El peligro en el contacto con los mismos es creciente y en la Unión Europea se está desarrollando la normativa REACH para el control de los mismos, dado que existen más de cien mil compuestos que entrañan riesgos para la salud de las personas, más de quienes trabajan y los manipulan, como los de la industria química.

Así, Arkema Química, antigua Atofina, ubicada en Hernani, tendrá que pagar una indemnización a un técnico de laboratorio (J.C.O.) por valor de 50.767 euros y también ha sido condenada a un recargo de prestaciones del 40% por no disponer de las medidas de prevención y seguridad adecuadas para evitar lesiones a los trabajadores, según ha podido conocer este diario a través de las últimas sentencias judiciales.

El analista de laboratorio desde 1967 inició en 2001 un proceso de incapacidad permanente por enfermedad profesional «por reacción a hidrocarburos aromáticos». La Seguridad Social reconoció la lesión profesional e impuso un recargo del 40% contra Atofina.

Según los diagnósticos médicos, el trabajador sufre «hipoplasia medular por exposición a tóxicos medulares».

Esta enfermedad consiste en una disminución en la producción de sangre que se origina en la médula ósea y puede desencadenar una leucemia, según los informes médicos a los que se refieren las diferentes sentencias judiciales de este largo proceso.

El último pronunciamiento del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco considera probada «la negligencia del empresario en materia de prevención de riesgos laborales» y reconoce que «se ha producido omisión de medidas de seguridad, sin que se haya producido medición de valores ambientales de los productos existentes en la empresa, causantes algunos de ellos de la hipoplasia mediar que sufre el trabajador demandante, por lo que es clara la responsabilidad empresarial a la hora de resarcir al trabajador de todos los daños y perjuicios sufridos por tal causa».

El problema de Atofina surgió hace ya ocho años, cuando aparecieron una serie de cánceres que el juzgado investigó, aunque no hubo una sentencia penal. Sin embargo, algunos de los trabajadores, como es el caso del analista del laboratorio, siguieron la vía del Juzgado de lo Social para que se le reconociera la enfermedad profesional que acarrea. Esa vía sí logró una recepción en la vía judicial, puesto que ha sido la que ha derivado en la falta de medidas de seguridad en la empresa de Hernani, por lo menos hasta cuando comenzaron las denuncias, hace ya unos ocho años.

 

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