Lakua paga a 1.045 escoltas privados que cuestan cerca de 100 millones
El Departamento de Interior del Gobierno de Lakua tiene contratados 1.045 escoltas a través de cinco empresas de seguridad, con un presupuesto anual de 97,2 millones de euros, a los que se pueden añadir otros gastos por «conceptos o situaciones extraordinarias». En estos momentos está en fase de adjudicación otro concurso para estas labores desde setiembre de 2010 hasta febrero de 2012 por 144,4 millones.
Iñaki IRIONDO
Las labores de escolta privada pagadas por el Gobierno de Lakua están asignadas a cinco empresas que fueron expresamente invitadas para participar en un concurso restringido, cuya renovación está en fase de asignación después de que el pasado 30 de abril finalizara el plazo de entrega de ofertas.
La empresa que con más escoltas cuenta es Sabico, que cobra por 386 guardaespaldas más otros 7 para servicios esporádicos. Le sigue Ombuds, con 320 escoltas y otros 4 para servicios esporádicos. La firma Castellana de Seguridad tiene 155 guardaespaldas y otros 4 para servicios esporádicos, mientras que Prosegur tiene 136 escoltas y otros 4 también para servicios esporádicos. La menos beneficiada resultó Garda, con 29 escoltas. Estos datos han sido remitidos por Interior al Parlamento con fecha del 31 de mayo, en respuesta a una pregunta del PNV.
Las empresas no cuentan con su propia nómina de escoltas, sino que el Departamento de Interior ofrece una lista de personal que después éstas deben subrogar. Según las bases técnicas del concurso abierto para el periodo setiembre 2010-febrero 2012, este listado es de unas 1.250 personas, la más antigua de los cuales lleva en estas labores desde marzo de 1988.
Por cada escolta la empresa puede llegar a recibir 5.310 euros por un servicio de acompañamiento básico, más 264,71 euros por día adicional. Para alquiler de vehículos pueden disponer de 975 euros mensuales para los coches de gama alta y 850 para los de gama media. El combustible se paga a 0,13 euros el kilómetro. Todo ello son precios máximos.
Madrid, otros 113 millones
En total, el nuevo concurso está presupuestado en 144,4 millones de euros para 18 meses.
Según datos publicados recientemente, el Gobierno de Lakua se encarga de dar protección privada a 526 personas. A su cargo están los jueces y magistrados de las tres provincias, los concejales del PP y del PSE (cada uno de ellos con su propio lote de adjudicación) y un apartado de «cargos electos y políticos de otras formaciones y/o personalidades y/o víctimas de la violencia de género».
Según estos mismos datos, el Ministerio de Interior se encarga de la protección de 803 personas, tanto en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa como en Nafarroa.
El presupuesto del Gobierno español para estas labores de escolta es de 113 millones de euros para 2010, lo que supuso un incremento del 11% del gasto con respecto al año anterior.
Por lo tanto, el presupuesto anual para escoltas supera los 210 millones de euros.
Las bases técnicas para la contratación de empresas de seguridad establecen que los escoltas habrán de recibir «40 horas anuales de formación específica». Lo que se observa en la reciente respuesta parlamentaria del Departamento de Rodolfo Ares es que estos cursillos están muy centrados en cuestiones como las prácticas de tiro, que son los que reciben la mayoría de los guardaespaldas, mientras que existe una enorme laguna en la formación sobre materias como derechos humanos y libertades públicas, sobre las que no se les ofrece ningún cursillo. Sólo Ombus ofrece un curso de reciclaje sobre derecho penal, ley de seguridad privada y reglamento de armas de 10 horas, al que acudieron todos sus contratados.
La empresa que más cursos imparte es Prosegur y que tiene una oferta que incluye el conocimiento de la Ley del Menor y cuestiones como la violencia de género. Sin embargo, en el primero de estos cursos apenas participaron cinco escoltas y en el segundo otros tantos.
El resto de empresas se centran sobre todo en materias como la conducción, la defensa personal, la contravigilancia y los primeros auxilios. I.I.
