Alfredo Pérez Rubalcaba, ministro de Interior del PSOE, e Idoia Mendia, portavoz de Lakua, coincidieron ayer en intentar tranquilizar al PP tras la comparecencia en la que Mariano Rajoy, José María Aznar, Jaime Mayor Oreja y Angel Acebes le instaron a no mover un milímetro su actual política.

Para ello, Mendia no dudó en responder negativamente a su compañero Jesús Eguiguren, presidente del PSE, que el pasado domingo recalcó el valor de la iniciativa de la izquierda abertzale y apuntó que las instituciones no deben «cruzarse de brazos» y tendrán que «ayudar a ese proceso». «De ahora en adelante, procede cambiar la mentalidad antiterrorista por una mentalidad de construcción de paz», indicó.

Sin embargo, el Gobierno de Lakua no contempla tal opción, al menos por el momento. Preguntada por esas afirmaciones, Mendia dijo ayer que «la tolerancia cero y la coordinación policial están dando buenos resultados, y seguiremos en eso».

Horas antes, dirigentes del PP como Leopoldo Barreda o Ignacio Cosidó habían censurado las palabras del presidente del PSE. En concreto, el portavoz del partido en la CAV pidió a «los Eguiguren de turno» que «dediquen su tiempo a combatir a ETA y no caigan en los errores del pasado». Y Cosidó, diputado que ha escrito el libro prologado por Aznar en defensa de la política del PP, argumentó que «Ortega Lara estuvo 550 días en un agujero y Miguel Angel Blanco perdió la vida como la perdió porque el Gobierno de Aznar jamás se plegó al chantaje del terror».

El ministro, sorprendido

Desde Madrid, Rubalcaba expresó su sorpresa por la posición del PP en los últimos días. «Cuanto mejor va la lucha antiterrorista, más voces del PP se suman a cuestionarla», expuso.

«Eso es algo que siempre me ha sorprendido», añadió Rubalcaba, que señaló sobre todo a Aznar. Dijo no hallar «una razón fácil de explicar» para el acto de anteayer. «O sí», insinuó a continuación, en lo que pareció una alusión velada a los intereses del PP en que el conflicto no se resuelva en la era del PSOE.

Preguntado sobre la cuestión de la concurrencia electoral o no de la izquierda abertzale, bandera agitada por el PP como línea infranqueable, Rubalcaba reiteró que «no es cuestión de creer o no creer. Batasuna sabe lo que tiene que hacer, sabe que está en la ilegalidad y que lo seguirá estando mientras no rompa con ETA fehacientemente o ETA lo deje fehacientemente». Eguiguren dijo el domingo que cree que la izquierda abertzale estará en las elecciones de 2013, pero quizás no en las de 2011.