Adolfo Muñoz, «Txiki», Mikel Noval y Julene Gabiola presentaron el «Informe sobre fiscalidad» que ELA elabora cada año. Este último pone de manifiesto, entre otras muchas cosas, que con una presión fiscal similar a la media europea las arcas públicas vascas obtendrían 8.150 millones más, es decir, no harían falta recortes sociales ni haría falta endeudarse por la incidencia de la crisis y, en cambio, se podría incrementar el gasto social para atender a los más desprotegidos por el crecimiento del paro, la exclusión social y las bajas pensiones. El informe también saca a la luz que las rentas empresariales defraudan y, sin embargo, las haciendas no actúan con el suficiente rigor.

Ante esta situación, el secretario general de ELA denunció que la presión fiscal en Hego Euskal Herria en 2009 ha sido «la más baja desde 1998», que es cuando las haciendas forales se hicieron con el control de la recaudación de los Impuestos Especiales. La central sindical calcula que si las haciendas de Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa hubiesen mantenido la presión fiscal que había en 1998, las arcas públicas habrían ingresado el año pasado 2.398 millones más. Por ello, Txiki Muñoz afirmó que Hego Euskal Herria es «un paraíso fiscal» para la élite económica. Además, el líder sindical destacó que «por mucho que nos digan que van a subir los impuestos a las rentas altas, no será así, porque unos u otros lo impedirán. El Organo de Coordinación Tributaria es como una sociedad secreta. No nos dejan dar nuestra opinión y, al final, lo que sale de ahí es que a quienes nos suben los impuestos son a quienes menos tenemos, o tenemos las rentas controladas por las nóminas».

El estudio de ELA impacta porque con el aumento de ingresos tributarios manteniendo la misma presión media europea no serían necesarios los recortes anunciados por los gobiernos de Patxi López y Miguel Sanz, porque, con ellos, entre ambas administraciones se ahorrarán poco más de 120 millones y, por el contrario, generarán importantes desequilibrios en los salarios, en las plantillas y en la atención pública.

En la UE-27 la presión fiscal media se sitúa en el 40,5% del PIB, pero en Hego Euskal Herria se encuentra en el 31,2%, sólo por encima de Irlanda (30,8%) y muy alejados del 49% de Dinamarca o el 47,9% de Suecia. «La presión fiscal en Hego Euskal Herria ha sido 9,3 puntos inferior a la de la UE-27, es decir 8,9 puntos en la CAV y 10,7 puntos de diferencia en Nafarroa, lo que se traduce en que se han recaudado 6.090 millones euros menos en la CAV y 2.060 millones menos en Nafarroa».

Adolfo Muñoz reconoció que «un año antes, como dijimos hace unos días, la presión fiscal media europea nos hubiera llevado a recaudar 5.350 millones más en Hego Euskal Herria. Con los datos actualizados de 2008 se muestra que la presión fiscal de la UE no se reduce a pesar de la crisis y, sin embargo, aquí se baja para beneficiar a la élite económica. Para eso está sirviendo el Concierto Económico, para permitir que los más poderosos paguen menos impuestos. La crisis no tiene nada que ver. Es un problema de política fiscal, de intereses para favorecer a quienes más tienen», precisó Adolfo Muñoz, quien subrayó que la mayoría sindical vasca reclama, dentro del decálogo de medidas contra la crisis, una fiscalidad progresiva y equitativa para que «pague más quien más tiene. Tenemos alternativas a la crisis, pero ellos no. Nos dicen unos que deben pagar más las rentas altas, pero otros están en contra. En realidad, sabemos que la decisión ya está tomada y no es otra que beneficiar al que más tiene».

Fraude fiscal elevado

También queda constancia, con los datos aportados por ELA, de que se está produciendo un elevado fraude fiscal y, sin embargo, las haciendas forales miran hacia otro lado. Mikel Noval, secretario de Política Social de ELA, explicó que «desde 1999 a 2006 los trabajadores vascos declararon una media de ingresos que pasó de 15.360,5 euros a 20.282,3 euros, es decir crecieron en 5.282,3 euros en ocho años con datos oficiales de las haciendas públicas». En cambio, en ese mismo período de crecimiento económico «los empresarios declararon unos ingresos anuales de 11.114,8 euros en 1999 hasta los 12.492 euros en 2006. Sólo crecieron 1.159,2 euros».

Los empresarios uno año tras otro declaran menos ingresos que los trabajadores, lo cual no sólo es irreal, sino irregular. La diferencia fue creciendo, porque si en 1999 declararon 4.245,7 euros menos que las rentas de trabajo, en 2006 afirmaron disponer de unos rendimientos económicos anuales medios inferiores en 8.151 euros a los de sus trabajadores.

«Es evidente el fraude fiscal que cometen año sí y año también quienes declaran rentas de actividades económicas, gracias a la impunidad y la permisividad de las haciendas forales, que a la vista de esos datos, que empeoran año a año, siguen haciendo la vista gorda», dijo Noval. En este sentido, Julene Gabiola, del Gabinete de Estudios de ELA, destacó que en el Impuesto de Sociedades «se puede hablar de fraude generalizado».

El 44,4% de las declaraciones que se realizaron en 2006 fueron negativas, según los últimos datos cerrados y consolidados que han publicado las haciendas, y el resto contribuyó con una media del 17,1%, aunque en esa fecha el Impuesto de Sociedades se encontraba situado en un 32,6% en su tipo general. En otro apartado, ELA destaca el nivel de la inspección tributaria, aunque no aparecen datos de Araba porque no los publica. Según ELA, en 2007 se detectó un fraude fiscal de 148,2 millones en la CAV, mientras que ayer mismo la Diputación de Araba dijo que han aflorado 186 millones de fraude en cuatro años, lo que hace 46,5 millones por año.

Estas cantidades, de todas maneras, están lejos del fraude fiscal estimado, ya que se calcula que va del 20% al 25% del PIB, por la evasión a paraísos fiscales o porque se evita su pago. El movimiento por los derechos sociales Elkartzen sitúa el fraude fiscal en 10.000 millones.