El presidente de EEUU, Barack Obama, usó su primer discurso a la ciudadanía desde el Despacho Oval [madrugada de hoy en Euskal Herria] para presentar sus planes para combatir los efectos de la marea negra provocada por un pozo de BP en el golfo de México. Obama destacó la necesidad de reducir la dependencia estadounidense de los combustibles fósiles y la importación de petróleo, en un momento en el que el Congreso está analizando legislación en materia energética para reducir el cambio climático.

El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, declaró a la emisora ABC que Obama tiene la autoridad legal para ordenar a BP que establezca un proceso independiente de reclamaciones «con el fin de que aquellos que han resultado perjudicados económicamente como resultado de este desastre vean sus denuncias procesadas de forma rápida, transparente y eficiente».

Preguntado sobre qué haría Obama si BP se negara, Gibbs dijo que «el presidente tiene autoridad legal para obligarles a que lo hagan y si no lo hacen ejercerá». En este sentido, dijo que el mandatario pretende cumplir su promesa de restaurar el golfo de México tras el vertido.

«El presidente enunciará un plan de futuro para restaurar el golfo no como el día que ocurrió este accidente sino para restaurarlo como era hace años, incrementando la salud y la vitalidad de las especies allí», destacó Gibbs.