El presidente del Parlamento esloveno, Pavel Gantar, presentó ayer excusas oficiales a los 25.000 ciudadanos originarios de otras repúblicas yugoslavas que fueron borrados de los registros de residentes permanentes en 1992, viéndose privados de sus derechos. Muchos de ellos tuvieron que abandonar el país, algunos fueron expulsados y otros perdieron sus empleos y derechos sociales. El Gobierno de centro izquierda anunció que restituiría sus derechos al llegar al poder en 2008.