Martxelo Díaz Periodista
Iruñea también tiene un color especial
Ya estamos metidos en las estresantes semanas previas a Sanfermines, con el vallado ya colocado en la calle y cada uno con sus preparativos. Los bares llenando sus almacenes y los demás intentando pensar dónde demonios guardamos el pañuelico rojo y la ropa blanca.
La alcaldesa, Yolanda Barcina, ya ha hecho también sus preparativos en su cruzada para intentar despojar a las fiestas de la capital de Euskal Herria de todo elemento popular y españolizarlas más si cabe. Si el año pasado la estrella del cartel que preparó el Ayuntamiento fue Manolo Escobar con su «¡Viva España!», este año tenemos doble ración cañí. Si no quieres taza, taza y media.
Por un lado, Bertín Osborne, la nueva estrella televisiva de la ultraderechista Intereconomía, donde suelta gracietas y chistes homófobos ante menores de edad. Para él han reservado el escenario de la Plaza de la Cruz.
Pero el plato fuerte será el de Los del Río, la pareja que se hizo conocida en todo el mundo gracias a que Bill Clinton bailó «La Macarena». El Ayuntamiento ha decidido que el sábado por la noche, uno de los días fuertes de Sanfermines, actúen en la Plaza del Castillo cantando eso de «Sevilla tiene un color especial, Sevilla sigue teniendo su duende. Me sigue oliendo a azahar, me gusta estar con su gente».
En Iruñea no tendremos azahar, pero los Sanfermines son la fiesta de la gente. Y de las peñas. Y este año no tendremos ese color especial de sus pancartas porque han decidido protestar ante las agresiones que han padecido optando únicamente por el negro. Los Sanfermines no serán lo mismo sin el color de las pancartas de sus peñas ni sin su presencia en el tendido de sol el día 11.
Y a la hora de elegir un color de Sevilla, nos quedamos con el rojo de Marinaleda, que a Los del Río ya los conocemos y sabemos que se decantan por la bandera roja y gualda. Y con lo que estamos sufriendo con la ofensiva españolista del Mundial de fútbol de Sudáfrica ya tenemos bastante. Por mucho que Javi Martínez sea de Aiegi.