La directora teatral Helena Pimenta vuelve a versionar la obra «Sueño de una noche de verano»
La compañía de Pimenta, UR Teatroa, vuelve a presentar después de dieciocho años su nueva adaptación de la obra de Shakespeare. Será los próximos 26 y 27 de junio en el teatro Victoria Eugenia de Donostia.O. LARRETXEA | DONOSTIA
Fue en el año 1992 cuando Helena Pimenta (Premio Nacional de Teatro 1993) adaptó y dirigió por primera vez su propia versión de la archiconocida obra «Sueño de una noche de verano», de William Shakespeare. Ahora, Pimenta y su compañía, UR Teatroa, han vuelto a Donostia para presentar, tras casi dos décadas, una segunda adaptación, que podrá verse en el Teatro Victoria Eugenia de la capital guipuzcoana los próximos 26 y 27 de junio. La directora, quien admitió haber sentido miedo al versionar de nuevo el anterior trabajo, aseguró que lo ha hecho para que las generaciones venideras puedan disfrutar de esta obra en vivo. «Fue la gente de la compañía y del teatro la que me animó, porque claro, volver a hacer algo que había funcionado tan bien era arriesgado». A pesar del reto que le supuso, se mostró con ganas: «Fue doloroso y emocionante a la vez, porque tuve que hacer un ejercicio de memoria, pero resultó muy curativo: según avanzábamos, hallábamos más razones para hacerlo».
El reparto está formado por seis actores y actrices que encarnan cada uno a cuatro personajes diferentes. «Los cambios de registro y de vestuario son tan claros que el espectador va a creer que en realidad hay 24 personajes diferentes», aseguró. La lectura escénica se desarrolla, según explicó, a través de los cuatro mundos que plantea la obra de Shakespeare, es decir, que la historia se divide en cuatro tramas argumentales interpretadas en diferentes registros como el clown, la danza contemporánea o el realismo poético. «De esta manera, los actores viajan a través de estos mundos expresándose en lenguajes distintos, lo que contribuye a la manifestación de la magia que tiene la obra en si».
Pimenta apuntó que la producción actual se ha basado en la anterior, aunque ahora «hay una mirada más serena» y «una mayor consciencia de lo que se ha hecho» gracias a la experiencia acumulada en el camino. «Las personas que han visto las dos obras han asegurado haber hecho un viaje en el tiempo, y en cambio, a quienes lo han visto por primera vez les ha parecido muy innovador».