El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero dio ayer un nuevo y firme paso en la reforma del mercado laboral, a la espera de que el texto sea ahora tramitado en el Congreso español. En el texto definitivo, redactado tras la ronda de contactos mantenida por el PSOE con el resto de los partidos políticos, se recortan aún más los derechos laborales, facilitando y abaratando el despido en mayor medida que en el borrador que hasta ahora había manejado el Ejecutivo. Además, serán los fondos públicos, a través del Fogasa, quienes financien buena parte de esos despidos.

Por otro lado, la reforma faculta a los empresarios a tomar decisiones al margen de los convenios, sin que para ello necesiten el visto bueno de los sindicatos, lo que supone un ataque directo a la negociación colectiva. Además, se eliminan las restricciones que hasta ahora pesaban sobre las ETT, que ahora podrán extenderse por todo el tejido productivo. En definitiva, supone un ataque sin precedentes a los derechos de los trabajadores que, en la práctica, supondrá el cambio de empleo fijo por temporal y precario.