San Antonio Presentación de Juanto Apezetxea como nuevo técnico
Más agujeros en el cinturón
Tras entrenar en Itxako y Anaitasuna, el preparador navarro llega a la Asobal con un equipo joven y de casa.
Natxo MATXIN
Como a otros muchos conjuntos de la Asobal, al San Antonio le ha llegado la época de vacas flacas y se ve obligado a variar su filosofía de los últimos años en la que grandes figuras a base de talonario han compuesto su plantilla. Ahora, la crisis económica lleva a regresar a los orígenes, con promesas, tirando de la cantera y sustituyendo calidad por ganas de triunfar.
En ese esquema encajaba un técnico acostumbrado a manejarse en planteles con proyección, a ser posible navarro y con ilusión por trabajar en una situación diametralmente opuesta a la de la última campaña.
Y los albiazules han elegido para tal cometido a Juanto Apezetxea, ex de Itxako y Anaitasuna -disputó con estos últimos hace unas semanas el play off de ascenso a Asobal-, que se estrena en la máxima categoría y cuya puesta de largo se realizó en la jornada de ayer.
«Cuando se me planteó la posibilidad, mi única duda era aceptar o tomarme un año sabático, pero el tren sólo pasa una vez y todos los técnicos queremos entrenar en Asobal. Además, el club me ha contagiado con su ilusión y soy consciente de que es un diseño más humilde, en el que el rendimiento del equipo va a ir en función de su proceso de madurez», reflejó el nuevo entrenador a modo de presentación.
Concienciado, además, de que la oportunidad que le llega está ligada íntimamente a las actuales circunstancias. «Soy consciente de que si no se hubiera dado esta falta de recursos económicos en el club yo no estaría aquí». Para empezar, deberá hacer frente a la decena de importantes bajas producidas y espera con ansiedad la llegada de dos porteros y un lateral izquierdo con lanzamiento.
Buligan se va al Constanza
Tras quince años ligado de una u otra forma al San Antonio, Alexandru Buligan hizo las maletas y será el nuevo técnico del Constanza, vigente campeón de la liga rumana. Aunque reconoció en declaraciones a EFE que se marcha «sin ningún rencor ni resentimiento», el que fuera magnífico portero sí que comentó que «me hubiera gustado seguir en Pamplona y en el San Antonio como entrenador».
«Sólo me molesta que, desde la marcha de Miguel Galarraga de la presidencia, nadie se haya dirigido a mí para decirme si continuaba o no. He aguantado lo máximo posible pero, al final, he optado por la oferta que me había llegado desde Rumanía», admitió con franqueza. Buligan llegó con 35 años a Iruñea, jugó siete como guardameta y ocho más en diversas tareas.
Los dirigentes del club vendieron la idea de que un equipo correoso y con jugadores navarros también puede enganchar a la afición, a base de coraje y lucha, pese a que los objetivos sean sensiblemente inferiores.