ESTADOS UNIDOS  1 

GHANA  2'

África está hermanada con Ghana, la única selección superviviente del continente negro. África vibra con Ghana. África se desgañitó anoche por Ghana y, por supuesto, bailó la victoria de Ghana con el orgullo y la fuerza de un continente. Las primeras palabras del propio himno de Sudáfrica -cuya letra recorre hasta cinco idiomas, desde el zulú al inglés- bendicen este continente, la cuna del ser humano: Nkosi Sikelel' iAfrika. Dios bendiga África.

No es para menos. Tras una primera fase decepcionante para el público local, la selección ghanesa, una de las menos brillantes en cuanto a individualidades, era la única superviviente, y ayer demostró el porqué. No es que la selección de Estados Unidos sea una potencia en esto del soccer, pero es finalista de la pasada Copa Confederaciones, -después de apear a la selección española y hacérselas pasar moradas a Brasil, ojo- y siempre, siempre es competitiva. Por tanto, el triunfo de la selección africana, por sufrida, por el componente emocional que lleva añadido, tiene muchísimo mérito.

Los hombres de Milovan Rajevac tuvieron que pelear durante unos 120 minutos a cara de perro, en una eliminatoria que se decidió en la prórroga. La película del partido fue similar tanto en el tiempo reglamentario como en los 30 minutos de propina. Las cosas se ponían de cara rápidamente para los africanos. Una pérdida absurda de Clark lo aprovechaba Prince Boateng con un zurdazo de categoría, después de arrollar a la defensa norteamericana.

Los Estados Unidos tomaron las riendas del duelo ante un rival que se iba a la contra con unos Ayew -designado como jugador del partido pero que no podrá los cuartos de final por sanción- y Annan magistrales. Asamoah, en una jugada de fuerza, hizo lucirse al portero Howard, mientras que Dempsey obligaba a Kingson a hacer un paradón.

De salvarse a rematar

Los nervios afloraron en Ghana tras el descanso. La selección estadounidense apretó las clavijas y tuvo varias ocasiones claras de gol, pero Kingson, en principio el miembro más flojo de su selección, desbarató las ocasiones del rival, demostrando ser un meta sobrado de personalidad.

Sin embargo, Dempsey forzó un penalti -clarísimo de Jonathan- que transformó Donovan. A partir de ahí, los hombres de Bob Bradley se relajaron y Ghana empezó a combinar más, aunque sus centrales seguían mostrándose muy nerviosos. Altidore estuvo muy cerca de marcar, pero su tiro se fue fuera.

Con la prórroga llamando a la puerta, ambas selecciones parecían muy al límite, sobre todo la africana. Pero con el arranque del tiempo extra Gyan sacó fuerzas de flaqueza y superó por fuerza al capitán estadounidense Bocanegra, anotando el 1-2. Ghana volvió a echarse atrás, pero esta vez no se dejaría empatar.

No obstante, los últimos minutos fueron de asedio estadounidense. Entre faltas, córners y balonazos, podía pasar de todo, pero las ideas de los de Bradley no eran claras, y sus ocasiones tampoco. Al final, no hubo sorpresa ni segundo empate.