Las cuatro capitales de Hego Euskal Herria concentrarán mañana entre las 11.00 y las 12.00 las movilizaciones que los trabajadores vascos realizarán en la jornada de huelga general convocada por la mayoría sindical vasca, formada por ELA, LAB, ESK, STEE-EILAS, EHNE e Hiru. Por la tarde en numerosas localidades habrá manifestaciones en contra de los planes del Gobierno español «que ha cedido a las pretensiones de los empresarios y de los poderes económicos para hacer recaer las consecuencias de la crisis sobre las espaldas de los trabajadores».

CCOO llama también al paro, aunque lo hace de forma autónoma, y sólo en el ámbito de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa.

Más del 80% de la representatividad sindical existente en Hego Euskal Herria llama a los trabajadores a que salgan a la calle y se movilicen para que el Ejecutivo español y los partidos políticos que apoyan la reforma laboral «sientan el aliento de este pueblo en contra de las medidas más regresivas y duras de los últimos treinta años, que afectarán al conjunto de los trabajadores, dado que las condiciones laborales, salariales y de empleo se perderán y la lucha de años y años por la mejora en los puestos de trabajo se diluirán».

Ese es el objetivo que persigue la apuesta de Rodríguez Zapatero con la reforma que ha elaborado en favor de los empresarios. Estos durante los tres últimos lustros de crecimiento económico obtuvieron enormes beneficios económicos, pero no mejoraron la calidad del trabajo, ni de los salarios, ni impulsaron con fuerza el motor de la innovación. A sabiendas de que la salida de la crisis va a ser lenta, los empresarios y los poderes económicos han presionado a los gobiernos para que lleven adelante recortes y reformas que les posibilite mantener enormes beneficios económicos.

El texto aprobado por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que empeorará en el trámite del Congreso español de los diputados, afecta a todos los trabajadores, quienes tienen contratos fijos o quienes lo tienen temporales. Porque de lo que trata es de cambiar empleo fijo y estable por empleo precario, a través de diferentes medidas. También a aquellos que se encuentran en paro se verán perjudicados, porque, a partir de este momento, el empleo que se cree, aunque esta reforma no tiene ese objetivo, será precario o en el mejor de los casos de esos fijos sin estabilidad real en el puesto de trabajo.

En todos los casos el empresario pagará menos indemnizaciones y una parte de las mismas serán a cuenta de las arcas públicas. Además, los empresarios salen fortalecidos con esta reforma porque pueden modificar las condiciones pactadas en convenio con la única excusa del bache económico.