Dos alardes, dos modos de vivir la fiesta, recorrerán un año más Irun
Catorce años después de que se iniciara la lucha en favor de la participación de la mujer como soldado, dos alardes de San Marcial volverán a recorrer la ciudad de Irun. A las 7.40 partirán los soldados del Alarde Tradicional, mientras que el Alarde Igualitario vivirá a partir de las 10.10 una nueva arracanda desde la plaza Urdanibia.
GARA | IRUN
Como cada 30 de junio Irun se teñirá de blanco, rojo y negro para celebrar el gran día de su fiestas: el día de San Marcial. Las primeras notas de la Diana de San Marcial se escucharán a partir de las seis para dar paso después al sonido de pífanos y tambores que llevarán la fiesta a todos los rincones del municipio.
Pero lo que debería de ser una fiesta de todo el pueblo y por todo lo alto, se verá marcada, como en los últimos años, por la celebración de dos alardes dispares.
Incluso la Consejería de Interior de Lakua tiene que tomar partido en esta fiesta. Primero, fijando los horarios de los dos alardes y, después, enviando decenas de agentes de la Policía autonómica.
De este modo, según la decisión de Interior, como todos los años será el Alarde Tradicional el primero en arrancar desde la plaza Urdanibia. Lo hará a las 7.40. Este alarde, que sólo cuenta con 19 mujeres como cantineras, estará compuesto por unos 8.000 hombres divididos en diecinueve compañías. Por la tarde partirán a las 18.30.
El toque del cornetín será el que anuncie a las 10.10 una nueva arrancada para el Alarde Igualitario. Hacheras y hacheros, escopeteras y escopeteros recorrerán la cuesta de San Marcial reivindicando el derecho de la mujer a participar en las fiestas de su pueblo. Por la tarde, será a partir de las 17.30 cuando arranque este desfile.
Este año además, la celebración del Alarde ha estado condicionado por las obras de la plaza de San Juan, la cual lleva meses cerrada por las obras de reordenación del entorno, en los que se incluye la construcción de un parking subterráneo.
La polémica Plaza de San Juan
A finales de mayo, el Ayuntamiento hacía pública su decisión de habilitar el espacio mediante una modificación del vallado de obra y asfaltando esos 2.000 metros cuadrados. Una decisión que rondaría los 115.00o euros a abonar por los bolsillo de los irundarras.
Mientras que la Junta del Alarde Mixto se mostró dispuesta a hacer otro recorrido que permitiría ahorrarse dicho gasto, la Junta del Alarde Tradicional aplaudió la decisión municipal que contó con el aval del PSE, PP y PNV. Tanto la izquierda abertzale como IU mostraron su total disconformidad ante este gasto que consideraron de «derroche».
Entre la población, sin embargo, este gasto extra en plena crisis económica provocó enfado, indignación y un sinfín de comentarios tanto en la calle como en distintos blogs de Internet. Como botón de muestra las 1.666 firmas logradas en el blog «noasfaltarsanjuan» para frenar esta obra. La rúbricas, además, provenían de partidarios de los dos alardes.
La postura de la Junta del Alarde Tradicional no gustó demasiado a sus bases y fueron bastantes los que mostraron su intención de no desfilar si el Ayuntamiento seguía adelante con la obra.
El malestar creado en el seno de los dos alardes, como en la población en general, hizo que el alcalde, José Antonio Santano, cambiara de opinión y apostara por limpiar y acondicionar el pavimento existente de la plaza de San Juan, desechando la alternativa del asfaltado y los 98.000 euros más IVA que hubiera costado la otra opción.
Esta nueva obra, que ha costado un tercio de la cifra anterior, no será además sufragada con dinero de las arcas públicas, porque será asumido por la UTE adjudicataria de los trabajos.
Esos son los que han transcurrido desde que en 1996 un grupo de mujeres intentara desfilar en el Alarde
9
Aquel grupo de mujeres fue tomando forma hasta convertirse en un Alarde de nueve compañías. Desde el pasado año una mujer ostenta el cargo de general.
8.000
divididos en 19 compañías desfilan en el Alarde Tradicional que arrancara a las 7.40, por la mañana, y a las 18.30, a la tarde.
Desde que en 1996 un grupo de mujeres irundarras anunciaran su intención de desfilar en el Alarde, la sociedad irundarra se dividió entre los tradicionalistas y los que abogan por fomentar la participación de las mujeres en el Alarde. En estos catorce años el conflicto ha pasado por distintas etapas y pese a que la dureza del conflicto ha disminuido de manera considerable, durante el día grande de Irun existen dos modos diferentes de celebrar el Alarde, lo que catorce años después sigue siendo signo de división entre la ciudadanía.
Han sido decenas los estudios realizados por expertos sobre este conflicto, tanto desde un punto de vista sociológico como histórico o antropológico, pero ninguna de estas investigaciones han dado hasta ahora ninguna solución al conflicto. La mayoría de los mismos achacan, además, a la nula voluntad política que ha mostrado el Ayuntamiento que no se haya dado una solución al conflicto y que por ello se haya enquistado.
El pasado año, Irungo Bilgune Feminista presentó un manifiesto en que el exigía al Consistorio irundarra que ponga en marcha «un proceso sincero» para poner en vías de solución el conflicto del Alarde. Todo el ámbito sindical, -UGT, CCOO, ELA, LAB, STEE-EILAS y EHNE- y las formaciones políticas IU, Aralar, ANV y Batasuna se adhirieron a esta exigencia.
Un año después, personas de diferentes sensibilidades han cogido el testigo y se han sumado a esta dinámica de recogida de apoyos en favor de una solución al conflicto del Alarde dando voz, esta vez, a la ciudadanía. Para ello han puesto a disposición de todo el mundo la página web www.alardeakonponbidea.com, la cual está siendo socializada vía Internet y mediante curiosos carteles colocados durante las fiestas por la ciudad.
El manifiesto, que se puede ver en la dirección electrónica antes mencionada, solicita expresamente al Ayuntamiento que promueva la creación de una comisión para la resolución y que apruebe en su pleno un programa de trabajo con esta finalidad.
Consideran que, pese a que la dureza el conflicto ha disminuido, el problema de fondo «no ha sido resuelto». Hecho que, a juicio de los firmantes, acarrea que las nuevas generaciones «se vean obligadas a elegir» en que Alarde participar. «No podemos dejar pasar más tiempo y transmitir este legado a la juventud», insiste el texto. GARA
