No hay chupinazo que dé inicio a las fiestas de Irun, pero en su ausencia son las garras de la hoguera de San Juan las que alertan de la llegada de los días más esperados del año. Los conjuros y los ritos ancestrales que desarrollaban nuestros predecesores nos enseñaron que el fuego, además de purificar, quema lo malo y da paso a lo bueno, y esta creencia hace que los irundarras dediquen esa noche a quemar año tras año las prisiones españolas y francesas que tanto sufrimiento generan.

Tras la fogata oficial encargada por el alcalde, una hoguera popular echa humo en Mosku ante la atenta mirada de casi medio millar de personas. Antes de darle fuego, sin embargo, los sones de la txalaparta hacen entrar en escena a los familiares de los presos y refugiados políticos irundarras recibiendo un sentido aplauso de los espectadores.

La magia que caracteriza a la noche de San Juan hizo posible esta vez que una irundarra que lleva años lejos de su hogar volviera, mediante la megafonía, a saludar a sus antiguos vecinos y a animarlos para que sigan luchando.

Una veintena de dantzaris entraron en kalejira con objeto de liberar a los presos irundarras antes de que ardiera la prisión. Tras un aurresku de honor a los familiares, y arin arin y fandangos con irrintzis incluidos ,el color amarillo del fuego se adueñó de la plaza mientras que los congregados coreaban «Jo ta ke irabazi arte!», o «Euskal presoak Euskal Herrira!».

El momento álgido para las decenas de niños y niñas congregadas fue cuando se les dio la opción de avivar el fuego, ayudando a su vez a la dinámica de lucha emprendida por el Colectivo de Presos Políticos Vascos. Papeles que recogían las demandas que han llevado a los presos a iniciar esta lucha, como el fin de la cadena perpetua o la liberación de los presos que están gravemente enfermos, fueron repartidos entre los espectadores para que hicieran suyas estas reivindicaciones.

Entre saltos y deseos el fuego se fue apaciguando hasta que la cárcel quedó en cenizas. La solidaridad con los presos, sin embargo, se ha extendido durante todos los días de fiesta con concentraciones especiales y hasta con un concurso de pintxos.

Hoy, día grande de las fiestas, a la 13.00 se brindará por todos aquellos irundarras que no pueden disfrutar de estas fiestas.