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Huelga general

La Ertzaintza cargó duramente en varios puntos de la capital vizcaina

Termibus y las cocheras de los autobuses en Elorrieta fueron puntos de actividad de los piquetes desde las 5.30 de la mañana, que retuvieron el tránsito de los autobuses durante casi tres horas hasta que la Ertzaintza intervino. El Casco Viejo apareció cerrado y los piquetes recorrieron a partir de las 8.00 la Gran Vía y las calles adyacentes, aunque en frente de la Diputación de Bizkaia hubo una intervención de la Ertzaintza con disparo de pelotas y porrazos.

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Juanjo BASTERRA | BILBO

En la capital vizcaina, la huelga general se vive desde los primeros momentos con una intensidad similar a otras zonas de Hego Euskal Herria, aunque su efecto es bien diferente. Caen las persianas al paso de los piquetes, pero se levantan una vez que se alejan.

Algunos hosteleros y comerciantes que no secundan la huelga general convocada por la mayoría sindical vasca, formada por ELA, LAB, ESK, STEE-EILAS, EHNE e Hiru y también por CCOO de Euskadi, dicen mantenerse al margen de la reforma y su respuesta, como si a ellos no les afectara que haya más despidos y más precariedad laboral.

En Bilbo, los piquetes más madrugadores acudieron a las cocheras de los autobuses en Elorrieta para bloquear su salida y a la estación de Termibús. Durante casi tres horas lo consiguieron, aunque con la llegada de la Ertzaintza, que hizo uso de su material antidisturbios, acabó con el tapón humano.

«En Elorrieta hemos estado más de 300 personas de la mayoría sindical vasca y ha habido compañeros de CCOO, también», explicó a GARA un veterano sindicalista. En Termibús, incluso se realizó una barricada con fuego, para impedir la salida de autobuses, lo que se consiguió hasta que los «hombres de Ares» empezaron a «dar caña», como explicó otro sindicalista.

A partir de las ocho de la mañana una nutrida manifestación partió de la plaza Sagrado Corazón, recordando el día de huelga y a modo de aquellas «serpientes» que se realizaban hace muchos años en los centros de trabajo para salir a la huelga. Fue cerrando bares y comercios abiertos con gritos a favor de la huelga. «La serpiente de las persianas», dijo un sindicalista. «No falta dinero, sobran ladrones» decían los manifestantes. Pasaron por el restaurante El Baden-Baden, el Bernardo, el Estraunza, Toledo, el Mari Mar2, la sede del IMQ, el Gran Bodegón, o las tiendas Montxo, el Hotel Ercilla, el restaurante Serantes II, el Urdazpi II o las oficinas del Bankinter, Caja Madrid, BBK y Caja Laboral donde se intensifican los gritos de «esquiroles».

Un momento de tensión se vivió en el Eroski Center de Alameda Urkijo, donde se tardó en cerrar las persianas, lo que provocó que los manifestantes cruzasen una de las máquinas y pusieran una valla en la puerta. La «procesión de las persianas» continuó por El bar Colmado Ibérico, el Oskaici, el Arroaldi donde también hubo una gran tensión, lo mismo que en las oficinas de Bilbobus, de la calle Elkano. Sin embargo, el mayor problema se produjo en las galería comercial que hay frente a la Diputación. Una trabajadora del centro se enfrentó a los manifestantes y fue empujada, por lo que la Ertzaintza intervino golpeando a varios manifestantes y lanzó numerosas pelotas de goma e identificó a varias personas. La marcha prosiguió por El Corte Inglés, que permaneció con las persianas bajadas. Antes, la Ertzaintza golpeó a miembros de un piquete de CCOO.

Después volvieron a la plaza Elíptica desde donde partió la mayor manifestación laboral que se conoce en Bilbo.

A las 14.00 a la altura de la plaza Unamuno, un vecino de Barakaldo resultó herido por una carga de la Ertzaintza, que intentó también detener a un joven. Según indicaron a GARA allegados del herido, sufre un traumatismo craneoencefálico leve y ruptura del hueso de la ceja y será operado hoy en el hospital de Gurutzeta, donde fue ingresado tras la agresión.

Pelotazos

Al paso de la manifestación que partió del Sagrado Corazón bares, restaurantes y comercios cerraron las persianas, aunque algunos después las abrían haciendo oídos sordos a la jornada de huelga. La Ertzaintza golpeó a varios manifestantes y disparó pelotas de goma, una de ellas impacto tras rebotar en el ex secretario general de ELA, José Elorrieta.

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