Después de que la Audiencia Nacional retirara la acusación de «enaltecimiento» contra dos peñas de Iruñea por sus pancartas, la alcaldesa de la ciudad, Yolanda Barcina, insistió ayer en tratar de desligar a su equipo de gobierno de este proceso judicial frustrado. Pese a que fue el Ayuntamiento el que puso los hechos en conocimiento de la Fiscalía, y ha retirado la subvención a Armonía Txantreana y San Fermín, Barcina dijo ayer que el Consistorio «no es parte de este proceso judicial entre el propio sistema de Justicia que hay en este país y las peñas».

El desmarque de Barcina se acentúa en vísperas del inicio de los Sanfermines, en los que por primera vez en su historia las peñas llevarán pancartas negras en denuncia de los ataques que sufren y no acudirán a la corrida de toros del domingo 11. La alcaldesa sí se quejó ayer de que las peñas «habían empezado a quejarse y a organizar protestas sin tener la resolución judicial», que dijo que su Ayuntamiento «acata» y toma con normalidad.

La izquierda abertzale y Nafarroa Bai denunciaron ayer la actuación municipal. La coalición lo hizo en una rueda de prensa convocada al efecto, y los independentistas en una nota en la que tildan de «alarmante la ligereza con la que Yolanda Barcina juzga a entidades sociales de esta ciudad. Ella, dueña y señora de la ciudad, cree tener la potestad de juzgar a todo aquel que no comulgue con su pensamiento único».