El Parlamento finlandés (Eduskunta) autorizó ayer por amplia mayoría la construcción de dos nuevas centrales nucleares, tal y como pedía el Gobierno para luchar contra el cambio climático y desarrollar la economía finesa y en contra de la opinión de los defensores del medio ambiente.

Contraria a la energía nuclear antes de acceder al cargo, la nueva primera ministra finlandesa, Mari Kiviniemi, se felicitó por el resultado de la votación al considerar que le permitirá aumentar la producción de energía nuclear del país nórdico, reducien- do su dependencia energética y las emisiones contaminantes.

Las dos nuevas plantas se sumarán a las cuatro ya existentes y a una quinta que está en construcción en Olkiluoto, la primera que se construye en Europa occidental desde el accidente de Chernobyl en 1986.

Anni Sinnemäki, ministra de Trabajo y líder de los Verdes, que votaron en contra, dijo sentirse «muy decepcionada» y señaló que la decisión demuestra la brecha entre la opinión pública y los representantes políticos.

Activistas antinucleares de Greenpeace protestaron dentro y fuera del Parlamento, de donde fueron desalojados.