Con su dimisión, Gregorio Rojo -hermano del presidente del Senado, Javier Rojo- deja una de los cargos que ha acumulado, ya que, además es vicepresidente de la patronal alavesa SEA y preside la Cámara de Comercio de Araba. Rojo intentó incluso presidir el Deportivo Alavés. Y siempre ha llegado con la bandera de la despolitización, pese a su vinculación al PSE y a los pactos políticos que lo han impulsado. Sus inicios como empresario son conocidos en Gasteiz como propietario de una pescadería. De la mano del PSE, llegó en 1992 a la presidencia de Caja Vital. El salto a la presidencia se produjo con la candidatura avalada por PP, PSE y UA en 2004. A la vicepresidencia de SEA accedió con la crisis en la organización patronal de 2007. Y desde ahí, fue la pieza de SEA para controlar la Cámara de Comercio. Desde Caja Vital apostó por la fusión con los presidentes de BBK y Kutxa, pero su partido frenó el entusiasmo por el proyecto. En 2008, renovó como presidente de Caja Vital pero en esa ocasión con el respaldo de PSE, PNV, EA y Aralar, y la oposición del PP. Su sueldo anual en la entidad era de 175.000 euros anuales brutos.