Balance de la huelga general
«La clase trabajadora vasca ha rechazado la reforma laboral»
Los representantes de la mayoría sindical vasca constataron ayer que los trabajadores vascos han rechazado la reforma laboral y aseguraron que ningún parlamentario en el Congreso o Senado español tiene el aval para negociar «reforma alguna, más en contra de los intereses de los trabajadores vascos». Dijeron que los trabajadores «nos han encomendado seguir en esta lucha» y adelantaron que la trasladarán a la negociación colectiva, si se quieren recortar los derechos.
Juanjo BASTERRA | BILBO
La mayoría sindical vasca, representada por Adolfo Muñoz (ELA), Ainhoa Etxaide (LAB), Josu Balmaseda (ESK), Belén Arrondo (STEE-EILAS), Ainhoa Iturbe (EHNE) y Patxi Agirre (Hiru), agradeció la respuesta de los trabajadores a la huelga general y concluyó que «fue un gran éxito» y que esta alianza sindical que perdura en el tiempo «se ha fortalecido», como precisó la líder de LAB. A su juicio, los trabajadores y la sociedad de Hego Euskal Herria han rechazado con firmeza la reforma laboral y han dejado claro que «nadie en el trámite parlamentario en Madrid podrá negociar la reforma en nombre de los trabajadores vascos».
Los responsables sindicales explicaron que han entendido el mensaje que los trabajadores han transmitido con el paro generalizado de «mirar hacia adelante» para «reforzar la alianza de la mayoría sindical» y «frenar la aplicación de la reforma en Hego Euskal Herria en la negociación colectiva en los centros de trabajo». Se mostraron decididos a continuar en esa lucha «que iniciamos en la huelga del 21 de mayo» para avanzar hacia «la transformación social, en la que los trabajadores tenemos que ser el sujeto del cambio», precisó Ainhoa Etxaide, quien afirmó que el éxito de la huelga general ha reforzado el trabajo que durante más de un año ha realizado la mayoría sindical para exigir un cambio de políticas económicas y sociales, porque «como dijimos en mayo de 2009, si no se producía un cambio en esas políticas, llegarían los recortes para la clase trabajadora, como así ha sido», apostilló Adolfo Muñoz, quien destacó que se avecina una fase «muy dura».
Los representantes de la mayoría sindical vasca agradecieron a la clase trabajadora vasca el papel activo que ha jugado en poco más de dos semanas para conseguir paralizar «los centros de trabajo, los polígonos industriales y pueblos» en contra de la reforma laboral, la más agresiva y dura de los últimos treinta años. Belén Arrondo recordó, igual que el resto de los representantes sindicales, que «la huelga fue un éxito y los empresarios y los gobiernos lo saben».
Seguir la lucha
Ocurre, como indicó Josu Balmaseda, «que los responsables de las administraciones públicas han cedido el control de la situación económica a los poderosos, a aquellos que nos llevaron a esta crisis económica y que ahora descargan el peso de los recortes encima de las espaldas de los trabajadores». Por lo que manifestó que «debemos continuar este camino de lucha, porque no ha hecho más que empezar. Si no cambia la política económica y social, tendremos que seguir en esta ofensiva hacia un nuevo modelo económico y social, porque el neoliberal y capitalista nos lleva a la ruina». En ese sentido, Balmaseda asumió el eslogan que cada vez se oye más en las manifestaciones por recortes salariales, problemas de convenios o despidos de que «aquí no falta dinero, sobran ladrones».
El representante sindical reclamó, como fija el decálogo que elaboró la mayoría sindical, «el reparto de la riqueza, la nacionalización de la banca, terminar con el fraude fiscal e imponer tasas a las transacciones económicas de los poderosos». Demandó «soberanía alimentaria, un transporte de mercancías y de personas adecuado a las personas y trabajar menos, para trabajar más personas».
Adolfo Muñoz «Txiki», criticó al lehendakari Patxi López quien manifestó que las huelgas «no debieran usarse con tanta frivolidad». El líder de ELA, en compañía del resto de representantes de la mayoría sindical, replicó a López diciéndole que «no somos unos frívolos», sino que «nos estamos defendiendo de los ataques que le llegan a los trabajadores, también desde su partido político que dice ser socialista». Por lo que le dijo que «no hay derecho a que un lehendakari diga eso» y se preguntó «qué más cosas tienen que pasar para convocar una huelga». Txiki Muñoz afirmó sin ningún tipo de duda, tras haber escuchado la entrevista a Patxi López, que «sabe más de fútbol que de economía y sindicalismo».
La mayoría sindical vasca censuró al responsable del Gobierno de Gasteiz que «no tome ni una sola medida en contra de los empresarios» y Muñoz recordó que ni Patxi López ni José Luis Rodríguez Zapatero mandan, sino el poder económico. Hemos leído que Emilio Botín ha puesto a disposición uno de sus gabinetes para realizar las enmiendas que empeorarán la reforma laboral. Es la oportunidad que esperan para asestar un golpe contra los derechos laborales y sociales».
J. BASTERRA