Juanjo Agirrezabala, nacido en Legazpi en 1959, con amplio currículo en el mundo educativo y del euskara, se acreditó ayer como parlamentario de EA en la Cámara de Gasteiz, después de que Jesús Mari Larrazabal se viera obligado a dejar su escaño por prescripción médica.

Ambos comparecieron ante los medios en el Parlamento, acompañados por el secretario general de Eusko Alkartasuna, Pello Urizar, y por la secretaria de comunicación, Ikerne Badiola. Fue la muestra de que el relevo de personas pretende ser la continuidad de una estrategia.

Jesús Mari Larrazabal, profesor universitario de Filosofía, ha sido un parlamentario que no ha pasado desapercibido. Vehemente y combativo, socarrón y bienhumorado, se ganó el cariño también de sus adversarios políticos. En el trabajo interno del partido, fue uno de los artífices de la ponencia política en el congreso extraordinario de EA y ha sido uno de los más activos impulsores de la confluencia estratégica con la izquierda abertzale.

De su trabajo parlamentario resaltó ayer su crítica a que en la Cámara autonómica se gaste mucho tiempo en asuntos menores y que en los importantes el verdadero debate sea sustituido por las consignas y las decisiones de voto de los partidos. La labor del Gobierno PSE-PP la resumió en un intento de españolizar todo lo que tocan.

Juanjo Agirrezabala se presentó tomando prestadas palabras empleadas por Larrazabal en su última intervención ante el Pleno, cuando pidió a todos que tuvieran en cuenta que nos encontramos en una fase de profundo cambio político.

Acuerdo ilusionante

Agirrezabala destacó la ilusión y expectación que ha creado el acuerdo estratégico alcanzado entre EA y la izquierda abertzale, y el terreno que abre a la unidad de los independentistas.

Recordó que en la actualidad hay miles de ciudadanos que no están representados en el Parlamento de Gasteiz, por lo que manifestó que el objetivo de EA es que en la próxima legislatura se refleje en esta Cámara una mayoría abertzale e independentista.

Como parlamentario abertzale se comprometió a trabajar por el reconocimiento de la identidad vasca y la creación de un Estado independiente en Europa, y como miembro de un «partido de izquierda, de la socialdemocracia avanzada», apostó por la justicia social y la defensa del estado del bienestar. También anunció que centrará su labor parlamentaria en la defensa del euskara y de todos los derechos fundamentales y humanos. Buscará, además, la colaboración con otros agentes políticos, sindicales y sociales.