Sabía que era el día y el momento. Ni los adoquines ni el pavés de etapas anteriores pudieron con él. Y llegada la calma tras la tempestad, una sombra de color rosa fosforescente salió como una bala de entre la cabeza del pelotón para adjudicarse la segunda etapa de la presente edición del Tour. Sin duda, Alessandro Petacchi demostró una vez más estar en mejores condiciones físicas que los demás velocistas.

Fue un sprint limpio. El italiano arrancó desde muy lejos, sacó una ventaja enorme a los demás esprinters, tuvo tiempo para sacarle los colores a Mark Cavendish -que se quedó sin fuerzas en los metros finales- y se alivió de toda la tensión guardada estos últimos días.

Su primera victoria se produjo en Bruselas, en la primera etapa de la presente edición, al aprovechar una caída masiva que afectó a gran parte de sus rivales. Con el triunfo de ayer, se podría decir que Petacchi, cuya anterior victoria se remontaba a 2003, está viviendo una segunda juventud con el maillot de Lampre. El corredor de La Spezia de 36 años ha ganado 46 etapas en las tres pruebas grandes: 6 en el Tour, 21 en el Giro y 19 en la Vuelta.

Por lo demás, la etapa fue según el guión previsto. Así lo confirma, entre otras cosas, el helvético Fabian Cancellara, que se mantiene como líder de la general. El esfuerzo y la tensión acumulada del infierno dio paso a la tranquilidad y el sosiego. El pelotón se lo tomó con calma durante prácticamente toda la etapa disputada entre Cambrai y Reims, de 153,5 kilómetros.

Pero dentro del grupo había cinco valientes que querían probar suerte para luchar por la victoria. Entre ellos, dos vascos, Iñaki Isasi (Euskaltel) e Iban Mayoz (Footon), que fueron acompañados de los franceses Champion (AG2R) y Vogondy (Bouygues) y el belga De Greef (Omega).

Fue la fuga de la jornada. Iñaki Isasi, incluso, fue líder virtual de la general durante varios kilómetros.

La serpiente los devoró

Atrás, sin embargo, la calma era constante. Menos para Amets Txurruka, que se volvió a caer, al parecer, por culpa del empujón de un coche, un hecho que le obliga a abandonar el Tour ya que tiene la clavícula derecha fracturada. No obstante, hay que reconocer el mérito del vizcaino, ya que pudo finalizar la etapa tras ser atendido por la unidad médica de carrera en varias ocasiones.

En la cabeza del grupo principal los equipos comenzaron a trabajar para que sus hombres bala pudiesen disputarse la etapa al sprint. Los kilómetros corrían y el tira y afloja entre los escapados y el pelotón era evidente. Hasta que la serpiente se puso a devorar tiempo. No fue, sin embargo, hasta que restaban 4,5 kilómetros para meta cuando terminó por alcanzar al grupo de Isasi y Mayoz.

Los depredadores se pusieron a rueda de Cavendish. Petacchi aprovechó la sorpresa para ganar varios metros. El de Columbia respondió tarde, tan tarde que el vencedor de seis etapas en el Tour del año pasado finalizó en decimosegunda posición. Por delante, unos brazos alzados confirmaban la victoria de Petacchi, que buscará rivales en las próximas etapas, comenzando por la de hoy, entre Epernay y Montargis, de 187 kilómetros.