El presidente de la Diputación y del PP de Alacant, José Joaquín Ripoll, aseguró ayer desconocer qué motivos llevaron a la Policía española a detenerle el martes durante 12 horas, mientras que en su partido varias voces criticaron el desarrollo de la operación, especialmente el despliegue policial, al tiempo que pedían respeto a la presunción de inocencia.

Sus declaraciones se produjeron en la Diputación un día después de que la Unidad contra la Delincuencia Especializada y Fiscal le detuviera junto a otros diez arrestos en Orihuela, Alacant y València en relación con la operación «Brugal», relacionada con la adjudicación del plan de residuos de la Vega Baja.

El portavoz de Justicia del PP en el Senado, Agustín Conde, señaló ayer que la detención de Ripoll es «digna de la detención de un comando de ETA» y responde a una «operación puramente propagandística» del PSOE.

La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, afirmó que los arrestos responden a «una auténtica persecución» contra su partido y recalcó que al enmarcar en la legalidad esta forma de proceder «se estaría legitimando las detenciones preventivas al margen de controles judiciales, propias de las dictaduras».