Esta noche el embalse de Lanuza volverá a servir de escenario a uno de los festival que, a pesar de celebrarse fuera de nuestras fronteras, es una de las citas estivales entre el público de Euskal Herria que, no en vano, aporta el 20% del número total de visitantes del certamen. Un año más, y con esta edición van 19, naturaleza y programación musical de calidad irán de la mano durante las próximas tres semanas.

Cada año el festival presenta un cartel con una temática concreta. «Buscamos una excusa que esté de actualidad» explica el director Luis Calvo. Este año, coincidiendo con el bicentenario de las independencias latinoamericanas, miran al otro lado del Atlántico. «Siempre ha habido temas que nos unen con esos países; el más recurrente es la lengua pero también hay lazos culturales. Tienen una realidad muy rica». Los protagonistas que se apoderen del Pirineo oscense desde hoy, por lo tanto, aportarán sonidos de México, Venezuela, Argentina, Colombia... La calidad del programa no se ha visto demasiado comprometida con la crisis, y aunque no es la «ideal» es la mejor de las posibles, en palabras de Calvo. Como en años anteriores, combinan figuras consagradas a nivel internacional -Fito Páez, Molotov o Calle 13-, con otras muy conocidas en sus países -como ejemplo, el protagonista de esta noche, León Gieco-, y por último con valores emergentes.

Carteles de calidad

El certamen ha ido ganando nombre a lo largo de las 18 ediciones ya celebradas. Así, cada vez les resulta más fácil confeccionar el cartel con calidad. «Cuando les llamas, la mayoría ya han oído hablar del festival». Otro trabajo fácil viene con quienes ya los conocen, y es que actuar en un entorno como el que aquí se ofrece no es una posibilidad que abunde. «A los que no nos conocen, les proponemos que miren la página web para ver que no es un festival al uso».

Otro de los alicientes que presenta Pirineos Sur es la variedad de su público. «No sólo hay gente local sino que es un festival que llama a público de sitios muy diferentes, con lo que resulta muy atractivo a los músicos».

El pistoletazo de salida lo dará hoy una doble cita: el prestigioso y conocido cantautor argentino León Gieco y el funky hedonista de los venezolanos Los Amigos Invisibles. En el caso de León, toda una vida dedicada a la música, que va mas allá de su conocido tema «Solo le pido a dios», y que siempre ha estado vinculada a su compromiso social con los desaparecidos por la dictadura militar, con el medio ambiente o con los más desfavorecidos. Mañana y el sábado llegan dos de los nombre más conocidos del festival, con el rock alternativo mexicano de Molotov y el cantautor argentino Fito Páez, que suma más de 20 premios Grammy. El fin de semana lo completan los argentinos Estelares y un catalán que no necesita carta de presentación, Albert Plà.

Durante la semana, el festival se traslada a la carpa de Sallent de Gállego. En ella, se podrá ver al delirante Adanowsky, la propuesta de música independiente mexicana de El Gran Silencio y la renovación musical colombiana que encarna Pernett. Para el próximo fin de semana, Totó La Momposina como gran estrella de la música tradicional de Colombia o Rachid Taha, que encabeza la Noche Magrebí del 17. Aún quedará algún clásico como los chilenos de Inti-Illimani o la banda urbana puertorriqueña Calle 13, y la noche de clausura dedicada a los sonidos del Sahel, en recuerdo a Alí Farka Touré. Una propuesta rica y variada detallada en la web pirineos-sur.es. Luis Calvo añade que el festival no se limita a la música y que incluye «otras alternativas como las exposiciones, el teatro callejero o los ya habituales mercados del mundo». Un programa completo que seguro volverá a tentar como lo ha hecho durante 19 años al público de Euskal Herria, entre los que destaca la fidelidad de Gipuzkoa. Tres semanas de posibilidades con una fecha en el horizonte, la de la celebración del 20 aniversario, aunque como recuerda Luis Calvo en alusión al «tanguista»: «Veinte años no son nada».