El Consejo Escolar de Euskadi afronta su primer diagnóstico de la «etapa Celaá»
El Consejo Escolar de Euskadi, bajo la presidencia de María Luisa García Gurrutxaga, afronta tras el periodo estival su principal reto en la evaluación de la situación de la educación en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, habiéndose fijado como meta que para marzo de 2011 esté concluido el informe de 2008-2010. La herramienta elegida serán sucesivas jornadas en la que se analizarán por ejemplo los planes de mejora, los primeros pasos de Eskola 2.0 o el multilingüísmo.
Agustín GOIKOETXEA |
Se presentan meses laboriosos para el Consejo Escolar de Euskadi si nos atenemos a las metas que se ha fijado su presidenta, María Luisa García Gurrutxaga. Para marzo, según sus primeras estimaciones, pretende disponer de la evaluación acerca de la situación de la educación en la CAV en 2008-2010 en la que, aún siendo a pequeños retazos, se dispondrán de datos de los primeros compases del mandato de la consejera Isabel Celaá en el curso 2009-2010 y del que comenzará en setiembre.
Desde su toma de posesión en mayo, la ya efímera directora de Innovación Educativa se fijó como primer hito al frente del Consejo «seguir el camino del consenso». Por ello, ha empleado dos meses en reunirse con los diferentes agentes implicados en la educación no universitaria integrados o no en el Consejo -ayer mismo se entrevistó con representantes de Partaide y con medios de comunicación- para conocer de primera mano sus inquietudes y explicarles las líneas maestras de trabajo que va a desarrollar.
Una de las funciones asignadas al organismo creado en 1988 es precisamente la de evaluar el «estado de salud» de la educación y hacer público el correspondiente informe. García Gurrutxaga desea agilizar el funcionamiento de la institución, también en lo que se refiere a la elaboración de sus periódicos documentos de evaluación; en enero, el Consejo bajo la batuta de Konrado Mugertza aprobó el de 2006-2008.
La sintonía con el Departamento de Educación, Universidades e Investigación es evidente, y así la presidenta quiere profundizar en esta nueva fase en el camino de realizar propuestas al equipo de Celaá, no sólo opinar acerca de las leyes, decretos y planes que se elevan desde el Ejecutivo. Se trata, y así se lo ha transmitido a todos los agentes implicados, de profundizar en el camino de convertir al Consejo en un punto de encuentro y de referencia de la comunidad educativa, ofreciéndoles información de primera mano de temas que preocupan y «crear un espacio de trabajo, generador de ideas y proyectos». «El docente medio no sabe qué es el Consejo», afirma María Luisa García Gurrutxaga.
No es un objetivo nuevo, pero la nueva responsable quiere «aunar sensibilidades y preocupaciones legítimas y canalizarlas hacía el trabajo constante a favor de la mejora de la educación». El consenso no será fácil dadas las directrices que se ha fijado el Gobierno de Patxi López en materia educativa, muy alejadas de la mayoría política, social y sindical real de la CAV.
De cara a su primer gran reto, la elaboración del informe sobre la situación de la enseñanza 2008-2010, al inicio de curso -el 21 de setiembre, previsiblemente- tendrán lugar unas primeras jornadas con expertos y centros escolares, en las que se hablará sobre evaluación de diagnóstico y planes de mejora. En ellas, representantes de los centros de apoyo e innovación educativa -berritzegunes-, inspectores y personal del Instituto Vasco de Evaluación e Investigación Educativa (ISE-IVEI), entre otros, aportarán sus experiencias. En el caso del ISE-IVEI, en 2010 se ha cerrado el plan de mejoras en cada centro, en el que se les ha demandado que evalúen y propongan salidas.
Una semana después, según el cronograma del Consejo, están previstas otras jornadas sobre el programa Eskola 2.0, para conocer las primeras valoraciones sobre este plan estratégico del Ejecutivo de Lakua, que poco después de ser presentado levantó gran controversia entre el profesorado.
Luego le tocará el turno al multilingüísmo y, en el segundo trimestre, se afrontarán en nuevas jornadas asuntos como la formación inicial del profesorado, la inclusividad en la educación y enfoques educativos para la ciudadanía. De esta manera, se quiere tener concluido el informe 2008-2010 para marzo.
Una de las líneas de trabajo del Consejo será incorporar las nuevas tecnologías para modernizar el funcionamiento y evitar así su falta de agilidad por la necesidad de la obligada presencia de sus integrantes.
La presidenta del Consejo Escolar de Euskadi, María Luisa García Gurrutxaga, es consciente de la necesidad de avanzar en la evaluación continua por los profundos cambios que se suceden en el ámbito educativo.
La consejera de Educación, Universidades e Investigación, Isabel Celaá, nombró en mayo a María Luisa García Gurrutxaga presidenta del Consejo Escolar de Euskadi, que anteriormente ya fue designada por ésta para ocuparse de la Dirección de Innovación Educativa. Desde su toma de posesión, sus declaraciones han ido orientadas a tender puentes con los diferentes agentes implicados en la enseñanza no universitaria, aunque a nadie se le escapa, y así se lo han recordado a ella y a la consejera, que el perfil de García Gurrutxaga, que ha sido miembro de la Ejecutiva del PSE de Gipuzkoa y candidata, sobresale su dilatada experiencia en el ámbito educativo, especialmente en materia lingüística con sus conocimientos de euskara e inglés. A su antecesor, Konrado Mugertza, se le consideraba «independiente»; a ella no.
García Gurrutxaga parece estar empeñada en que el Consejo aporte al Ejecutivo -que puede atender o no sus sugerencias-, aunque habrá que esperar a ver si los dictámenes que se impulsan son aprobados por la mayoría de los 46 miembros del Pleno del Consejo, o por la misma comunidad a la que se dice representar. La clave está en el papel que Lakua pretende dar al Consejo a través de los representantes que ha sentado en él.
Si Educación mantiene el rumbo parece difícil, por no decir complicado, que haya consenso en el Consejo y entre los diferentes agentes. Otra cosa muy distinta será que la consejera Isabel Celaá apueste por mayorías virtuales, que obvian a la mayoría política, social y sindical de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. A.G.
