Los aficionados baskonistas despertaron ayer con extrañas sensaciones, las que van desde la pena de confirmarse una noticia que, no por sabida resulta menos dolorosa, y el orgullo de saber que otro de esos jugadores forjados en la cantera azulgrana ha dado el paso y la próxima temporada se fajará en la mejor liga del mundo como escudero de, nada más y nada menos, Tim Duncan. Y es que, aunque en el Baskonia se niegan a dar por cerrada una operación que está pendiente de esos flecos de toda negociación, la presentación del pívot brasileño con los San Antonio Spurs no es sino la evolución natural de otro prodigio que, de la mano de Alfredo Salazar, Iñaki Iriarte y el resto de técnicos que ha tenido en Zurbano, consigue cumplir su sueño de jugar en la NBA.

Precisamente eso fue lo que el brasileño destacó en su presentación oficial con el equipo tejano, que cumple «el sueño que tenía desde que era pequeñito», una realidad innegable, porque económicamente podría conseguir un contrato más suculento en Europa, donde esta temporada ha sido el cinco más dominante. Aunque los términos del acuerdo no fueron revelados, la franquicia sólo podría ofrecer a Splitter una cantidad cercana a los 5,8 millones de dólares que contempla la mid-level exception, menos de lo que hubiera obtenido de haber continuado en Gasteiz.

«Es el momento»

Sin embargo, el pívot brasileño entiende que, a sus 25 años, le ha llegado el momento de buscar un nuevo reto. San Antonio Spurs eligió al brasileño en el draft de hace tres temporadas con el número 28 y desde esa fecha ha seguido las evoluciones del pívot hasta lograr incorporarlo a su franquicia después de haber crecido en su nivel de juego y llegar al momento óptimo de dar el salto a la NBA.

«Cada año he ido mejorando y ahora es el momento de dar este paso. Creo que ha sido en el momento adecuado, soy más maduro y quizá hace unos años no lo era tanto», destacó el pívot brasileño, que ve en el que será su compañero Tim Duncan un espejo. «Era uno de mis ídolos cuando empecé a jugar al baloncesto. Me gustaba cómo jugaba y por eso elegí el número 21. Ahora no habrá problema en cambiar de dorsal». No obstante, el de Joinville ha escogido el más cercano posible, el 22, para su experiencia NBA.

Al margen del vacío que su salida puede dejar en la entidad gasteiztarra, los números parecen avalar la decisión tomada por Tiago Splitter, que abandona la ACB tras una temporada sensacional culminada con su segunda liga, promediando 15,4 puntos y 7,1 rebotes y habiendo sido nombrado MVP tanto de la liga regular como del play off, algo que anteriormente sólo había conseguido el pívot lituano Arvydas Sabonis antes de marchar a Portland.

En el aspecto personal, aquel espigado joven de 15 años que llegó de Joinville pese a las reticencias iniciales de sus padres, también ha madurado muchísimo tras su paso por el Araba Gorago, Bilbao Basket Berri -cedido- y Baskonia.

Los continuos éxitos deportivos tuvieron su contratiempo oscuro en la larga enfermedad y el fallecimiento de su hermana Michelle, pero este gasteiztarra de Joinville siempre ha tenido un comportamiento y una profesionalidad intachables que, unidas a su talento y las buenas manos en las que ha estado, han dado como resultado su pase a la NBA junto a Tim Duncan.