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Estitxu Ugarte Responsable de comunicación del sindicato HIRU

Segundo cinturón de Donostia: un monumento al engaño

Injusticia, robo, engaño, agresión... éstos y muchos más son los apelativos que nos merece en general la política del PNV en el Departamento de Transportes e Infraestructuras de la Diputación de Gipuzkoa

Engañar: «Dar a la mentira apariencia de verdad. Producir ilusión sobre todo óptica. Inducir a alguien a tener por cierto lo que no lo es, valiéndose de palabras o de obras aparentes y fingidas». Cualquiera de estas tres definiciones, extraídas de la Real Academia de la Lengua Española, se ajusta perfectamente a lo que la Diputación de Gipuzkoa ha hecho en el Segundo Cinturón de Donostia. Ha cambiado de nombre un total de ocho carreteras, entre ellas la variante de Donostia, y ha hecho desaparecer de un plumazo 28 kilómetros de N-I.

Lo hemos comprobado. Esta ensalada, convenientemente aliñada con señales ad hoc, está cumpliendo su objetivo: engañar a quien circula por las carreteras de Gipuzkoa, negar la posibilidad de elegir si se quiere transitar por una vía de pago o por una vía gratuita, y obligar de facto a que los usuarios se dejen sus buenos cuartos en la AP-8, la AP-1 y en el Segundo Cinturón.

A falta de argumentos para que los usuarios utilicen las vías de pago, o de servicios para que los y las transportistas opten por ellas, la Diputación de Gipuzkoa ha decidido llenar las autopistas de peaje de personas engañadas que las van a usar sin querer, porque con sus carteles-trampa la Diputación les ha ocultado que existen alternativas gratuitas para circular en la provincia, y en definitiva, les ha engañado para poder sacarles los cuartos.

Para más inri, el famoso cinturón donostiarra se paga igual sin depender de qué tramo uses, es decir, 0,73 céntimos los ligeros, 1,24 euros los pesados, y 1,39 euros los trailers. Da igual si vas de Irun a Oiartzun o desde Lasarte hasta Irun. Pero hay más. Incluso hay quienes lo pagan dos veces usándolo sólo una vez, y quienes lo pagan sin siquiera utilizarlo. Así, si un transportista viene de Durango por la A-8, cuando llega al peaje de Zarautz paga la A-8 (entre 6 y 14 euros), más el Segundo Cinturón de Donostia, aunque tenga base en Lasarte-Oria, y no lo vaya a utilizar. Lo mismo que si viene de Hendaia a descargar en Oiartzun, porque en Irun le van a cobrar el tramo del Segundo Cinturón que no va a utilizar.

Por otra parte, si el transportista viene de Bilbo hasta Biriatu, le van a cobrar dos veces el dichoso cinturón, una vez en el peaje de Zarautz y otra en el de Irun, aunque sólo lo vaya a usar una vez. Dice Diputación que a aquellos que posean telepeaje y hagan ida y vuelta en el mismo día se les descontará uno de los viajes del Segundo Cinturón, lo cual supone un agravio comparativo porque los transportistas no están todo el día yendo y viniendo. Además, hasta el momento no tienen opción de beneficiarse de los descuentos de las autopistas a los que sí tienen opción los automovilistas.

Pero la obsesión de la Diputación de Gipuzkoa por sangrar al transportista no acaba en el Segundo Cinturón de Donostia. Podemos hablar también de la decisión tomada con nocturnidad y alevosía de prohibir el tránsito de vehículos pesados en Behobia, lo que está ocasionando graves perjuicios a cientos de transportistas que cargan o descargan en la zona, o que incluso viven en Irun y a los que se les obliga a andar siete kilómetros de más, por no hablar de aquellos transportistas en tránsito a los que se obliga a circular obligatoriamente por la AP-8, y por tanto a pagar.

Injusticia, robo, engaño, agresión... éstos y muchos más son los apelativos que nos merece en general la política del PNV en el Departamento de Transportes e Infraestructuras de la Diputación de Gipuzkoa, preocupado tan sólo por exprimir a todo aquel que se le ocurra pisar las carreteras gipuzcoanas, y en especial al transportista, contra quien está demostrando una fijación que, desde luego, no nos pasa desapercibida.

La Diputación de Gipuzkoa, en su batalla contra los transportistas, y sobre todo contra los autónomos, está consiguiendo caldear los ánimos de muchos profesionales guipuzcoanos, que están dispuestos a demostrarle al señor Markel Olano quién mueve esta provincia, quién mueve este país, y quién puede dejar de moverlo si le siguen atacando. Que siga así y todo llegará.

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