Nerviosos, algo preocupados y con el pleno convencimiento de que este juicio nunca debía de haberse celebrado, los imputados en el caso contra Udalbiltza se personaron ayer por la mañana en la Audiencia Nacional española «con ganas» de empezar. Ganas de ponerse ante el juez y explicar su labor en la asamblea nacional de electos del que se muestran «orgullosos».

La espera ha sido larga. Y es que ya han pasado 7 años de sde aquel 29 de abril del 2003, día en que se llevó a cabo la operación policial contra Udalbiltza y muchos de los que hoy se encuentran imputados fueron arrestados y enviados a prisión.

Pasadas las 9.00 de la mañana decenas de ciudadanos vascos se reunían cerca de la Audiencia Nacional. Les esperaba por delante un juicio donde más que basarse en pruebas para demostrar lo que viene defendiendo la acusación ¯que Udalbiltza es parte de ETA¯ se recurría a consideraciones que la organización armada ha hecho durante años en diversas publicaciones.

La encausada Maribi Ugarteburu, en nombre de los procesados, señaló ante los medios que este juicio no debería haber comenzado nunca porque Udalbiltza y los electos que trabajaron para impulsarla «no han cometido ningún delito». Ugarteburu proclamó, así, la inocencia de los encausados y reivindicó la absolución para todos ellos.

Ocurrió, esta vez en Madrid, una escena que desde que se conoció la fecha del juicio se ha repetido en multitud de ocasiones en Euskal Herria. Familiares, amigos y diversas personalidades del ámbito político como cultural que viajaron hasta la capital española mostraron todo su apoyo y solidaridad a los encausados y su rechazo a este proceso judicial.

Representantes de la izquierda abertzale, Aralar, EB, EA y PNV se encontraban en el lugar, donde también estaban los alcaldes de Arrasate, Legorreta, Urnieta, Pasaia, Bergara, Urretxu y Berriz, así como ediles de otras localidades vascas. En las puertas de la Audiencia Nacional, la representante de la izquierda abertzale Miren Legorburu indicó que este juicio demuestra la «falta de democracia» del Estado español. Asimismo, animó a la ciudadanía vasca a acudir a la manifestación que tendrá lugar mañana en las calles de Bilbo para denunciar este proceso judicial. El parlamentario de Aralar Oxel Erostarbe, por su parte, remarcó el hecho de que los encausados fueran electos y alcaldes elegidos por la ciudadanía y la secretaria de comunicación de EA, Ikerne Badiola, mostraba su deseo de que los imputados sean absueltos.

Entre aplausosos, irrintzis y gritos de ánimo los procesados accedieron a la sala de la audiencia. Concretamente, son 22 los ciudadanos vascos que están imputados por su participación en la institución nacional Udalbiltza, aunque uno de ellos, el ex concejal de Hazparne Xarlo Etxezaharreta, no se presentó al juicio tal y como lo había anunciado públicamente. El juez Javier Gómez Bermúdez ordenó su detención y encarcelamiento, además de que se tramite una eurorden para que sea entregado por las autoridades francesas. Tampoco Larraitz Sanzberro se sentó junto a los demás procesados, ya que ocupa su puesto de letrada en esta causa.

El juicio arrancó casi a las 11.00 de la mañana con la llegada de Xabier Alegria y Mirian Campos, que se encuentran en prisión tras ser condenados en el macrosumario 18/98. Se vivieron momentos emotivos cuando Alegria y Campos saludaban a sus familiares y a los demás encausados.

El Ministerio Público reiteró su petición de prisión para cada uno de entre 10 y 15 años. La Fiscalía les acusa de «integración» en ETA a todos ellos y «malversación de caudales públicos» a Loren Arkotxa, Xabier Iragorri, Joseba Garmendia y Xabier Alegria. La segunda parte de la acusación, impulsada por Dignidad y Justicia, aumenta su petición hasta los 22 y 14 años.

La defensa pidió la absolución para Campos, entendiendo que cumple condena por el mismo delito del que se le acusa en este proceso. También la Fiscalía se sumó a esta petición, por lo que el juez la declaró absuelta. No ocurrió lo mismo con Alegria, ya que Gómez Bermúdez consideró que también debe ser juzgado por «malversación de fondos» dentro del caso Udalbiltza.

Al finalizar con los asuntos previos, los encausados declararon uno por uno durante la mañana y por la tarde. La mayoría se negó a responder las preguntas del fiscal, Juan Moral, y del abogado del grupo ultraderechista Dignidad y Justicia. Aun así, tanto la acusación pública como la popular plantearon sus preguntas, que, tal y como denunció Xabier Alegria, más que plantear preguntas desarrollaban sus tesis. Las dos partes de la acusación expusieron sus ideas sobre la fundacón de Udalbiltza, que atribuyen a ETA, a través de EKIN; así, consideran a todos los procesados «integrantes» de la banda armada.

Por la mañana fue el turno de los ex ediles Karmele Urbistondo de Urnieta, Oskar Goñi de Bera, Txema Jurado de Atarrabia y Lander Etxebarria de Bilbo, que únicamente respondieron a las preguntas de la defensa, y la ex trabajadora de Udalbiltza Leire Idoiaga que sí accedió a ser interpelada por el fiscal y la acusación popular del grupo ultraderechista. Idoiaga declaró no conocer los proyectos que desarrollaba Udabiltza y explicó que al finalizar ya su contrato de trabajo iba a comenzar a trabajar en el Consitorio de Llodio, pocos días después de su detención.

Urbistondo, Goñi y Etxebarria afirmaron que fueron miembros de Udalbiltza durante los años 1999 y 2003, en condición de concejales y en representación de sus municipios. Urbistondo explicó que ella trabajaba como ayudante de administración y que no se encargaba de los asuntos financieros. Por su parte, Oskar Goñi relató cómo funcionaba la tramitación del Euskal Herriko Naziotasun Aitormena. Según el vecino de Bera, el EHNA es «un documento declarativo» que tiene como base la libertad de expresión y el derecho a nacionalidad. Además, al ser algo voluntario, Goñi negó totalmente que a través de este documento intentaran formar un censo. «Si se apunta únicamente el que quiere, sería muy difícil hacer un censo de toda la ciudadanía», decía. Etxebarria, por su parte, explicó cómo se organizaba la institución y cómo se tomaban las decisiones en ella. Dijo, además, que en la fundación de Udalbiltza se sembró la ilusión en Euskal Herria y que era la sociedad quien solicitaba que pusieran en marcha diferentes proyectos.

En lo que se refiere a Txema Jurado, el ex concejal de Atarrabia explicó que su relación con Udalbiltza ha sido la misma que otros 800 ediles que acudían periódicamente a asambleas generales. Admitió, además, que durante el año 2003 hizo todo lo que estaba en sus manos para conseguir que la izquierda abertzale pudiera estar en las elecciones: «lo hice como independentista e izquierdista, y no por mandato de Udalbiltza».

Lo que dejaron claro todos fue que nunca habían recibido órdenes ni de EKIN ni de ETA. Lo mismo afirmaron en las declaraciones que tuvieron lugar por la tarde. Como es el caso de la ex edil de Barakaldo, Eider Casanova, que relató que formó parte de la comisión de cultura de Udalbiltza. Al igual que Miren Josu Aranburu, quien aseguró que no recibían directrices ni de ETA ni de EKIN. Casanova, en referencia a la supuesta relación de la institución con Batasuna, explicó que defender la autodeterminación «no entiende de siglas» y que es un derechos de todos.

Después llegaron las declaraciones de Arkotxa, Miren Josu Aranburu, Alegria, Joseba Garmendia e Imanol Esnaola. El que fuera alcalde de Ondarroa durante doce años recordó que Udalbiltza nació para responder «a las necesidades de Euskal Herria» y que sólo podían formar parte de la institución cargos electos, no partidos y otras instituciones. Arkotxa empezó a explicar que «Euskal Herria es un pueblo dividido en dos estados»; explicación que en seguida cortó el juez Gómez Bermúdez con un «sí, eso ya lo sabemos todos, es evidente».

Como ya es habitual en los juicios que se celebran en la Audiencia Nacional, en el de ayer los traductores también dieron la nota por su incapacidad en la traducción simultánea. Xabier Alegria trató de explicar que no respondería a las preguntas porque consideraba que no eran preguntas «sino el desarrollo de una tesis». Lo hizo en euskara, y los dos traductores que se encontraban en la sala no fueron capaces de traducirlo.

Alegria recordó que durante la operación contra Udalbiltza él se encontraba en prisión por el caso «Egunkaria». Relató las torturas sufridas en manos de la Guardia Civil y denunció que su declaración fue extraída de este modo. Dijo que tuvo que memorizar la declaración y en la pregunta de «Cuál era su cometido en Udalbiltza?», tenía que responder «El mismo que en Egin». «Evidentemente no era cierto, pero declaré así».

Tras Alegria, el urretxuarra Joseba Garmendia explicó las ayudas a Zuberoa. «Las insituciones de Zuberoa nos dijeron que no necesitaban folklore, sino ayuda real». Contó que la gente aportó dinero para este proyecto y no ETA. En último lugar declaró Imanol Esnaola, quien únicamente formó parte de la plantilla de Udalbiltza durante 4 días.

Hoy seguirá el juicio en el tribunal especial, y la defensa prevé acabar con las declaraciones de los otros nueve encausados.