riunfo de Cavendish y expulsión de Mark Reinshaw, por liarse a cabezazos con Julian Dean y cerrar el paso a Tyler Farrar
Columbia vuelve a reinar al sprint, por lo civil y lo militar
La fuga de Augé, Geslin y Benítez dio sal a una jornada anodina en vísperas de la llegada a Mende, una difícil etapa del Macizo Central.
Arnaitz GORRITI
Cavendish es el mejor sprinter del pelotón y Columbia el equipo que mejor los prepara. Y si hay alguien que se interpone en el camino de Cavs, los compañeros de equipo del británico ya se encargarán de «reducirlo». El sprint de Bourg-lès-Valence, correspondiente a la undécima etapa del Tour, supuso el tercer triunfo parcial del velocista de Columbia, pero por contra, su lanzador Mark Reinshaw tuvo que hacer las maletas por su antideportiva conducta con los Garmin Dean y Farrar.
Con la llegada masiva lanzada, en una recta de más de un kilómetro que hizo que el pelotón volara, Reinshaw lanzaba a la perfección a su llegador, pero se topó con que los Garmin también querían aprovecharse de su trabajo. Ni corto ni perezoso, Reinshaw embistió a cabezazos al neozelandés Julian Dean -soltar las manos del manillar está prohibido, amén de que resultaría muy peligroso tanto para él como para el resto de corredores- para que éste no ganara la posición más ventajosa de cara a los últimos metros. No contento con ello, después de terminar su trabajo y de que Cavendish se lanzara en pos de la victoria seguido de Petacchi -que se enfundó el maillot verde de la regularidad merced a los puntos obtenidos con su segunda plaza-, Reinshaw varió descaradamente su trayectoria, volviendo a estorbar a un Tyler Farrar que debió frenar cuando trataba de situarse a la rueda del italiano del Lampre, y que no pudo pasar del tercer lugar.
Cavendish se impuso con absoluta autoridad y, lógicamente, agradeció el enorme trabajo de los suyos en la preparación del sprint, ignorante del berenjenal en el que se metió su compañero de equipo. Y es que al final de la etapa, Mark Reinshaw fue expulsado de la grande bouclé debido a su bochornoso show.
Día de víspera
Esta undécima etapa fue también tranquila hasta el sopor. Una fuga compuesta por Benítez (Footon), Augé (Cofidis) y Geslin (Française des Jeux) fue lo único que dio algo de sal y pimienta a una jornada «condenada» al sprint. El trío escapado siempre estuvo bajo el control de un pelotón que demoró su captura hasta que faltaban 20 kilometros. Con el pelotón unido, Columbia y Saxo Bank pusieron velocidad, pero no hubo sorpresa ninguna, salvo el «encierro» final.
Nadie quiso arriesgar ayer, ya que se prevé que la batalla volverá hoy mismo, con la peligrosa llegada al alto de Mende, en el Macizo Central. En 1995 Laurent Jalabert puso en jaque el liderato de Miguel Indurain, y pudiera ser que Saxo Bank tratara de descolgar a Contador, que tiene peor equipo que Schleck para el llano. Por otro lado, la pelea por la etapa también promete ser encarnizada.