Los 23 presos políticos mapuche recluidos en la prisión El Manzano de la ciudad chilena de Concepción llevan más de diez días (desde el 12 de julio) en una huelga de hambre que, según aseguran, llevarán «hasta las últimas consecuencias».

Según informó Askapena, que citaba fuentes de los allegados de los presos, «están fuertes y con ganas de seguir», a pesar de haber perdido más de cuatro kilos.

En el comunicado remitido a los medios al inicio de la protesta, precisaban que sus objetivos son «la no aplicación de la `Ley Antiterrorista' en causas mapuche», la libertad de los prisioneros políticos, así como la «desmilitarización de las zonas mapuche en las que las comunidades reivindican derechos políticos y territoriales».