Terreno abonado para la censura en Facebook
La supresión por parte de Facebook de la cuenta de Arnaldo Otegi ha provocado, por este orden, sorpresa, indignación y solidaridad entre los más de 4.600 amigos que poseía en esta red. Nada más conocerse la noticia del cierre de la página del dirigente abertzale encarcelado en Logroño, se abrió una nueva cuenta que no tardó en recibir mensajes de ánimo llegados desde diversos lugares del mundo. Ahora, la incógnita se centra en cómo reaccionará el gigante norteamericano ante la apertura y previsible crecimiento de esta nueva ventana, desde la que se pretende seguir mostrando la imagen y pensamiento del político vasco.
Pero no es ésta la única incógnita asociada al caso. La evidente dificultad que entraña pedir explicaciones a Facebook, una compañía radicada en California y que gestiona unos 500 millones de usuarios en toda la red, abre la puerta a las especulaciones. Todo apunta a que el origen del cierre de la página de Otegi obedece a una petición en ese sentido por parte de uno o varios usuarios, y que ésta estaría fundamentada en motivos eminentemente políticos. Resulta, en este sentido, muy llamativa la existencia de un grupo anti Arnaldo Otegi en esta red social. No obstante, también bastaría con que Facebook hubiera constatado que no es el preso político quien gestiona su cuenta (por razones obvias) para proceder al cierre.
De cualquier forma, este caso pone de manifiesto, por un lado, la indefensión a la que se enfrentan los usuarios de gigantes como Facebook, a quienes no les queda otra opción que acatar las decisiones de la compañía o encarar un costoso proceso judicial que se celebraría en California, según las condiciones que aceptan al inscribirse los usuarios de esta red. Y, por otro, la ausencia total de transparencia en decisiones tan drásticas como la eliminación de una cuenta, que se lleva a cabo sin explicación alguna y, además, con escasas o nulas posibilidades de que el afectado pueda defenderse. Indefensión y opacidad, terreno abonado para la censura.