DEBATE DEL ESTADO Y LAS NACIONES
Urkullu mantiene la mano tendida al Gobierno de Zapatero
El PNV sigue combinando las más aceradas críticas al Gobierno español, al PSOE y al PSE con la oferta para negociar los Presupuestos Generales del Estado, un debate en el que asegura que «aquí se está dilucidando el futuro del autogobierno y del modelo de Estado, y aquí y allí la crisis económica, la política y la institucional». Iñigo Urkullu compareció ayer ante los medios para remarcar su «disposición abierta al diálogo y al acuerdo en base al autogobierno».
Iñaki IRIONDO | GASTEIZ
El presidente del EBB, Iñigo Urkullu, confirmó ayer que no era cierta la aseveración de Josu Erkoreka de que el PSOE «no cuente con nosotros para nada» si rechazaba las propuestas de reso- lución presentadas por el PNV. Las rechazó y, según afirmó el máximo líder jeltzale, «nuestra mano sigue tendida».
Urkullu abrió su rueda de prensa dejando clara la posición del PNV. «Convocamos -dijo- esta comparecencia pública para ratificar nuestra postura en el Congreso de los Diputados ayer [por el martes] y para remarcar nuestra disposición abierta al diálogo y al acuerdo en base al autogobierno».
Explicó, por tanto, las discrepancias y motivos de enfado con el PSOE y con el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero que justificaron el voto contrario al «techo de gasto» presupuestario (anunciado, todo hay que decirlo, cuando ya se sabía que saldría aprobado) y después tendió «la mano, el brazo y el antebrazo» para la búsqueda de un acuerdo.
Los límites difusos del acuerdo
Lo que no están del todo claros son los límites del pacto que busca el PNV. Urkullu afirmó que es «inasumible» para su partido alcanzar un acuerdo de estabilidad para garantizar el Gobierno a José Luis Rodríguez Zapatero, aunque pueda entrar a negociar y acordar los Presupuestos Generales del Estado.
Sin embargo, el propio presidente del EBB insiste en que su propuesta es «estratégica» y «de largo alcance». «Que -como escribió recientemente- dé respuesta a las necesidades de Euskadi y que ayude a superar el impasse al que se ha conducido al autogobierno vasco». Y ayer explicó que en una futura negociación, «el PSOE y el Gobierno son conscientes de que se dilucida algo mucho más importante que el apoyo o no a unos presupuestos. Aquí se está dilucidando el futuro del autogobierno y del modelo de Estado, y aquí y allí la crisis económica, la política y la institucional».
Es decir, se pretende negociar los futuros presupuestos, pero desde la conciencia de que lo que está en juego, por una parte, es «la propia continuidad de Zapatero como presidente» -según afirmó Erkoreka recientemente- e incluso el futuro de un modelo de Estado.
Urkullu dijo ayer que cree que «el señor Rodríguez Zapatero tiene una oportunidad única de retomar su discurso del Estado plural, de realizar una apuesta decidida por consolidar un modelo de Estado ajustado a sus realidades nacionales diversas que lo componen». Y apuntó que «puede hacerlo ahora o puede postergarlo para más adelante, pero sabe que la nación vasca y la nación catalana son realidades que seguirán desarrollándose» pese al PSOE.
La oferta del PNV
Para detallar la naturaleza y alcance de la oferta del PNV, el presidente del EBB afirmó que no sólo han «tendido la mano», sino también «el brazo y el antebrazo». A modo de anécdota se puede comentar que el símil anatómico da lugar a algún equívoco, porque el antebrazo es la parte que va de la mano al brazo, la que está en medio.
Sin embargo, según disecciona Urkullu, «en el antebrazo presentamos lo más inmediato, compromisos reales con la situación económica, que nos permitan salir de la crisis económica en la que nos encontramos. En el brazo presentamos el cumplimiento del Estatuto, en su espíritu y letra. Y en la mano presentamos nuestra propuesta para el futuro de Euskadi y del Estado. Un nuevo marco que construya un nuevo modelo de Estado ajustado a su auténtica realidad plurinacional».
El PNV asume que Zapatero y el PSOE les han respondido que no. Queda a la espera de la negociación presupuestaria, pero insiste en que la crisis no es sólo económica, sino también política e institucional.
Una de las propuestas del PNV solicitaba una consulta en Trebiñu. El presidente de la Diputación de Burgos, Vicente Orden, insitió ayer en que el condado es burgalés y advirtió de que se es una cuestión que está «blindada» por el Estatuto de Castilla y León.
Uno de los puntos que el PNV quiere negociar con el PSOE es que se le respete a la lista más votada el derecho a liderar ayuntamientos y diputaciones. Xabier Agirre, diputado general de Araba, afirmó ayer que esta opción es «la más sana en democracia». Recordó que no fue el PNV quien rompió esa práctica en Araba. GARA
La portavoz del Ejecutivo de Lakua, Idoia Mendia, advirtió ayer al PNV de que si en la negociación presupuestaria busca «un interés de partido» en lugar de «ayudar a España a salir de la crisis», tendrá «enfrente» al Gobierno del PSE. Declaraciones muy parecidas fueron efectuadas también por el portavoz del PSE, José Antonio Pastor.
Estas afirmaciones abundan en las realizadas el lunes por el propio lehendakari, Patxi López, cuando declaró que el PSE va a estar presente en las conversaciones y apoyará los aspectos que considere que «son positivos para el conjunto del país», pero ha advertido de que rechazarán esa negociación si su objetivo es «beneficiar sólo a unas siglas o una ideología». Y sobre las resoluciones planteadas en el Congreso, aseguró que algunas «se retrotraen a ese nacionalismo más soberanista, e incluso alguna es calcada a las que recogía el plan Ibarretxe».
Iñigo Urkullu calificó ayer de «intoxicación» esta última afirmación del lehendakari. Y también añadió que «no es asumible» decir que las propuestas del PNV obedecieran a intereses «partidistas». El presidente del EBB manifestó que «el cumplimiento del Estatuto de Gernika y su actualización no es una propuesta partidista. Y si así lo estima el lehendakari, entonces está renunciado a una de sus principales obligaciones y responsabilidades. Porque más autogobierno es igual a más bienestar. Renunciar a más autogobierno es renunciar al futuro. Y esto lo ha de saber la sociedad vasca».
Destacó además que, a su entender, desarrollar el Estatuto ofrece «la posibilidad de disponer de herramientas para hacer frente» al contexto socio-económico.
Urkullu afirmó que «el lehendakari y su Gobierno tendrían que estar con el PNV en Madrid negociando más competencias y más autogobierno. Le invito, una vez más, a hacerlo».
Sin embargo, el PNV considera que enmendar sus propuestas de resolución sobre competencias, «que copian literalmente los acuerdos de transferencias pendientes», supone que «el PSOE ha enmendado el Estatuto». Y dos cosas le llaman especialmente la atención. Por un lado, que «es la primera vez en la historia reciente de Euskadi -en éstos últimos 30 años- en la que un Gobierno vasco es todavía más restrictivo en la interpretación del Estatuto que el Gobierno del Estado». Y, por otro, que esto es «un paso atrás que no podemos aceptar».
En opinión del PNV, «está claro que no hay una voluntad política de cumplir el Estatuto, está claro que el Partido Socialista no comparte el espíritu del Estatuto. Y ahora, ha quedado claro, que el Partido Socialista no comparte tampoco la letra, porque el Partido Socialista enmienda la letra del Estatuto». El PNV «ni entiende ni comparte este paso atrás del Gobierno» ni va a acompañar a Zapatero y López «yendo hacia atrás». I.I.