El portavoz de la Ejecutiva del PSE, José Antonio Pastor, advirtió ayer al PNV de que «si plantea un altísimo nivel de exigencia» en la negociación de los Presupuestos Generales del Estado español, su partido hará lo propio en las diputaciones forales, gobernadas por los jeltzales. En este contexto, les recordó que «aquí hay un tema de necesidad mutua» y recordó que los jeltzales necesitan los votos del PSE para aprobar esas cuentas.

Reconoció que el Gobierno de Zapatero tiene una situación de precariedad parlamentaria en Madrid que le exige recabar apoyos suplementarios, como los seis escaños del PNV, pero Pastor insistió en que el PNV se encuentra en la misma situación en Araba, Gipuzkoa y Bizkaia.

Tras señalar que hasta diciembre «queda mucho partido por jugar», el dirigente del PSE mostró su deseo de que la oferta de la formación jeltzale para negociar «sea sincera».

A su juicio, la intención última del PNV «no es tanto defender los intereses de Euskadi y el autogobierno», sino «desgastar al PSE y ningunear al Gobierno vasco». Alertó, además, de que «la única crisis institucional que hay en Euskadi es la que el PNV provoca permanentemente con sus críticas al Gobierno vasco».

Transferencias

Al subrayar que existe esa «necesidad mutua», Pastor emplazó a los jeltzales a ser «razonables y a hablar en términos homogéneos». En esta línea, calificó de «expresión desafortunada» las declaraciones de Josu Erkoreka diciendo que «iban a pasar por encima del Gobierno vasco como una alfombra».

El también portavoz parlamentario del PSE insistió en que el Ejecutivo de Lakua «tendrá la última palabra en el tema de las transferencias y estará perfectamente coordinado y al tanto de todas y cada una de las negociaciones». Pidió también al PNV «un respeto mínimo» hacia el Gobierno de Patxi López.