La precariedad de los medios utilizados hasta el momento y la falta de recursos está ralentizando la retirada de las 1.500 toneladas de petróleo vertidas en las costas de Dalian, en el noroeste de China. La tripulación de algunos barcos pesqueros ha llegado a recoger el crudo utilizando palillos chinos o con sus propias manos, sin ninguna protección en muchos casos, publicó ayer en periódico «China Daily», según informó Efe.

Un total de 800 embarcaciones trabajan en la retirada del petróleo, entre ellos 40 buques especializados, a los que se ha añadido un contingente de 2.000 soldados.

Los trabajadores, voluntarios y bomberos responsables de limpiar el vertido cuentan, además, con una complicación meteorológica: las fuertes rachas de viento y lluvia que están provocando la expansión de la marea negra que, según los últimos datos oficiales -de hace días- alcanza los 430 kilómetros de superficie en el mar Amarillo.

Entre tres y cinco días

Por otro lado, las operaciones de la petrolera británica BP para el sellado definitivo del pozo en el Golfo de México podrían empezar en tres o cinco días, mientras que el paso de la tormenta tropical «Bonnie», cuya fuerza ha disminuido, retrasa los trabajos de contención y limpieza de esta otra marea negra.

El viernes, Mike Williams, ingeniero técnico jefe de la plataforma hundida que provocó el vertido reveló a la comisión de investigación que la alarma de emergencia que podría haber alertado a los trabajadores de la explosión en la instalación siniestrada estaba apagada a propósito para no despertar a los empleados debido a falsas alarmas.