GARA > Idatzia > Kultura

Cierre de altura del Jazzaldia, con Kristofferson y Costello en la Trinidad

Llegó con el estruendo dela Jazz Ball Band y, probablemente, marchará de la misma manera, poniendo patas arriba la plaza de la Trinidad con el siempre enérgico y efectivo Elvis Costello. El Jazzaldia toca a su fin, pero hoy ofrece dos directos de hórdago. Jessye Norman, diva afroamericana de la ópera, ofrece con «Roots: My Life, My Songs» sus canciones pop y jazz más queridas en el Kursaal; y la leyenda del country Kris Kristofferson acompaña a Costello en la Trini.

p055_f01_145x128.jpg

Anartz BILBAO | DONOSTIA

Como cantó el intermitente Sandoval -con Ed Calle- al finad del concierto inaugural del Jazzaldia, «¡esto es lo que hay, esto es lo que hay!». El festival donostiarra cierra hoy su 45 edición y lo hace con una programación de altura, tanto en el Kursaal como en la Trinidad -aunque el Espacio Frigo y la Carpa Heinekin depararán aun algunas sorpresas, el Escenario Verde de la Zurriola apagó ayer las luces-.

Por la Carpa Heinekin pasarán hoy Xavier Monge Trio (a las 19.00) y Alfons Enjuanes Quartet (a las 23.00), como muestra del jazz catalán. Y en el plácido Espacio Frigo actuará a las 19.00 New Project Swing Orchestra (la numerosa banda de Trento repite tras su actuación de ayer), para dar paso a Gregario de Luxe (a las 22.00), banda de Nafarroa compuesta por ocho músicos y cuatro coristas, y a Bifunk, brass band que conforman los miembros más gamberros de la gran orquesta de Trento ya nombrada, que aprovechará la medianoche para decir «¡hasta el año que viene!».

Hasta ahí en lo que a la programación gratuita se refiere, pues el festival ha dejado para hoy domingo sus dos actuaciones con la entrada más elevada, la de la diva de la ópera Jessye Norman en el Kursaal (48/60 euros -quedando treinta entradas para completar aforo anoche- y el doble cartel habitual de la trinidad, con la estrella del country Kris Kristofferson primero y con el carismático Elvis Costello después, quien repite actuación tres años después -en 2007 estuvo acompañado de Allen Toussaint- para volver a poner patas arriba la plaza de la `Trinijazz' -anoche aun quedaban 150 entradas-.

Kris Kristofferson, músico y actor de reconocido prestigio, se presenta en Donostia en solitario, acompañado de su guitarra, mientras que el inquieto londinense, con sus Sugarcanes, presentará «Secret, Profane & Sugarcane», de 2009.

Norman, espiritual

Por su parte, Jessye Norman, que presentará hoy su reciente «Roots: My Life, My Songs», donde recoge y recrea algunas de las piezas que más han influido en su vida, ofreció ayer una extensa rueda de prensa en el Hotel Maria Cristina -de casi una hora-, donde además de explicarnos detalles de su actuación en un inglés claro y reposado, se mostró simpática e incluso tarareó alguna que otra canción espiritual.

La soprano afroamericana, gran diva de la ópera que cuenta con numerosos premios Grammy en su haber, actuará en el Kursaal con una banda compuesta Mark Markham (piano), Trevor Ware (bajo), Clayton Cameron (percusión), Mike Lovatt (trompeta) y Martin Williams (saxo y clarinete).

Norman se acercará en escena a las raíces de la música afroamericana, por medio de «pequeñas historias de 3 o 5 minutos» que son las canciones. Se enfrenta así a un gran reto, pues considera que, al contrario que en la ópera, en la que el espectáculo visual abarca el vestuario, los decorados, etc; hoy todos los espectadores estarán pendientes únicamente de ella. «Es muy diferente a la ópera y un desafío como espectáculo», señaló ayer.

Orgullosa de cantar temas que han interpretado grandes voces del jazz, como Ella Fitzgerald o Nina Simone, la soprano explicó que en definitiva su espectáculo es un homenaje a sus ancestros y sus raíces africanas «cuya música espiritual es cuna y germen de todos los géneros musicales posteriores», desde el blues hasta el hip hop. «Los chicos de ahora creen que el hip hop es algo nuevo cuando es de muchos años atrás. En el siglo XVIII mis antepasados también utilizaban el ritmo para contar historias», relató.

Para finalizar, y cuestionada sobre el galardón que quisiera le fuera otorgado, aseguró que el mejor premio de su vida es su escuela de Augusta (Georgia), su ciudad natal, donde a niños de 11 a 15 años con pocos recursos se les da la oportunidad de desarrollar su talento artístico.

Hasta las tres de la madrugada

En cuanto a lo acontecido anteayer noche, la organización a punto estuvo de volvernos locos, al programar el tercer concierto sorpresa en el Victoria Eugenia Club a las dos de la madrugada. Hablamos de la un tanto naif y semiacústica banda Sweet Billy Pilgrim, que tocaron un ramillete de sencillas y sensibles canciones, solo para los más valientes -mucho extranjero y mucho sueño para entonces-. Eso si, completaron aforo, quizá porque, en críticas interesadas, se habló maravillas del directo sorpresa anterior, el del pianistaVijay Iyer. Para entonces la playa había enmudecido, tras el fiestón africanista de The Very Best -con 5.000 personas-. Un Dj, dos voces y dos bailarinas-, con guiris del público bailando en el escenario en el molón hit «Warm Heart of Africa».

 

 

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo