Si hay un equipo y un corredor que ha completado un Tour muy por encima de sus expectativas es el Omega Pharma y su líder Jurgen Van den Broeck, que con su quinto puesto de ayer conseguía la mejor clasificación en el Tour de un corredor con licencia belga desde que Criquelion fue quinto en 1986.

Parecía que el equipo se debilitaba cuando a final del pasado año Cadel Evans decidió romper su contrato e irse al BMC con el maillot de campeón del mundo después de que el Omega se hubiera reforzado con corredores que había pedido él como Dani Moreno para ayudarle en el Tour. Pero su mánager Marc Sergeant explica a GARA que aquella marcha «ha sido buena para Van den Broeck y para todo el equipo. Todos están más tranquilos, más centrados en el Tour. Antes teníamos mucho estrés porque con Evans desde la mañana había que discutir. A la izquierda, a la derecha, no al medio... Ahora es más fácil. Se decide una cosa y ya está, no hay ninguna discusión».

Acepta el fondo de la decisión de Evans de marcharse de sorpresa a última hora, «pero la manera no fue buena, diría que fue malísima. Todo el mundo ha visto que tenemos un buen equipo, porque dijo que no teníamos un buen equipo para él y este Tour tenemos casi el mismo del año pasado».

«Bueno para el ciclismo belga»

Sobre la actuación de Van den Broeck, destaca que «estoy muy contento con su rendimiento en las tres semanas. Ha hecho el Giro bien, luego fue a prepararse en altitud a Sierra Nevada y trabajó mucho, ha acertado para estar al 100% aquí. Ni me acuerdo desde cuando no hay un belga entre los cinco primeros del Tour. Esto es bueno para nuestro ciclismo, como para Holanda que Gesink haga sexto. Eso nos da un poco de esperanza porque hacía muchos años que la prensa se preguntaba por qué no tenemos corredores que puedan hacer entre los diez en el Tour. Y él ha sido quinto».

Sergeant entiende que Van den Broeck, de 27 años, «ha progresado mucho. No sé cual puede ser su tope. Aún tiene un margen de progresión. Será muy difícil que gane un Tour. Hay que ser claro. Si Contador y Schleck están ahí será difícil que gane, pero tras estos dos hay más posibilidades. Para la tercera plaza hay muchos candidatos y él estará entre ellos. Ése es un buen objetivo para el futuro».

No sólo ha sido Van den Broeck el que ha sorprendido. Todo el equipo ha estado muy por encima de lo esperado y la mejor prueba fue la etapa reina pirenaica, donde Omega rompió el pelotón en mil pedazos: «Había que tirar porque había mucha gente escapada como Hesjedal, Horner, Kreuziger o Vinokourov, que estaban detrás de Van den Broeck. Fueron 30 kilómetros hasta que cogimos al primer grupo. Y eso fue una buena cosa para mí y para todos. Ver a un equipo belga que rueda en cabeza en una etapa de alta montaña en el Tour es extraordinario. Y eso que perdimos a Delage de salida y luego a Wegelius, que estaba enfermo. Con siete corredores, Jurgen ha conseguido hacer quinto porque ha tenido mucha ayuda de su equipo».

Además tuvo el hándicap de no poder contar con otra de las revelaciones de la temporada, Jean Christophe Peraud, que aparcó la mountain bike para centrarse en la carretera e hizo un gran inicio de año. Luego sufrió una grave caída en Dauphiné, estuvo ocho días hospitalizado y el equipo decidió no incluirlo en el nueve del Tour. Será el líder en la Vuelta junto a Gilbert, la otra estrella del equipo, que en los últimos años ha renunciado al Tour: «Está centrado en las clásicas y, correrá en Donostia y hará la Vuelta para preparar el Mundial».

Con todos estos corredores el Omega ha dejado de ser el equipo pobre del ciclismo belga en comparación con el Quick Step, aunque Marc Sergeant recuerda que «ellos han ganado dos etapas con Chavanel y han tenido el maillot amarillo y el de la montaña. Ha sido un buen Tour para los dos conjuntos».