Rodeado de una gran expectación mediática y de público, Raúl González se enfundó por primera vez el dorsal número 7 del conjunto alemán del Schalke 04, conocido como el club de los mineros, fundado por ellos a principios del siglo XX en la cuenca del Ruhr.

La llegada del hasta ahora mito merengue al equipo de Gelsenkirchen les va a dar un plus de motivación y publicidad a los entrenados por Felix Magath, aunque está por ver hasta qué punto el veterano jugador aportará un incremento en su calidad y, sobre todo, en la eficacia de cara a la portería contraria.

Tras no tener ya hueco ni peso específico en el Real Madrid y al final de su carrera deportiva, es toda una incógnita el rendimiento de Raúl González en una liga muy física, aunque lo que no se puede poner en duda es que el futbolista madrileño pondrá trabajo y sacrificio durante los dos años en los que ha firmado por la escuadra germana. Tendrá su primera oportunidad de demostrarlo este sábado, jugando frente al Hamburgo en la Liga Total Cup.

Podría parecer una sorpresa que finalmente haya elegido esta opción de entre el abanico de ofertas que disponía, pero el propio jugador fue quien argumentó su decisión en el hecho de que el Schalke 04 había sido el club «que más se ha interesado por mí, y tanto yo como mi familia queríamos tener una experiencia en el extranjero», aseguró.

Curiosamente, del propio país teutón pueden provenir los sustitutos tanto de Raúl como de Guti, ahora en el Besiktas. Sami Khedira, del que se dice ya tiene apalabrado un acuerdo con el equipo merengue, y Mezut Ozil, por el que pelean junto a Barcelona y otros grandes clubes europeos, pueden ser los reemplazos de futuro. Junto a ellos, Mourinho también quiere reforzar el puesto de central, donde hay varios candidatos en liza, con especial preferencia por el brasileño Thiago Silva y el portugués Carvalho.

Torres no se marcha

En la orilla del eterno enemigo, los esfuerzos se centran en recuperar al hijo pródigo Cesc Fábregas. De momento, su actual técnico y mentor, Arséne Wenger, se puso duro ayer al manifestar que «estamos firmes en no dejarle ir, por mucho ruido que haya», en lo que parece más un intento por afianzar la posición negociadora de los gunners que en las posibilidades reales de conservar a un jugador contra su voluntad.

El Barça busca, además, un pivote que sirva de recambio a Busquets -el canterano se ha ganado la categoría de intocable- y ante la salida de Touré Yayá. Nombres no muy conocidos o veteranos parecen las opciones, ganando peso la alternativa de Senna, al que no le amargaría el dulce de jugar en el considerado ahora mismo mejor conjunto del mundo.

Mientras, en la Premier un incombustible como Sol Campbell ha firmado por el Newcastle y el Liverpool parecer respirar tranquilo tras apuntarse desde la entidad de Anfield que Torres les ha asegurado que quiere quedarse una temporada más con los reds.