Con los ingredientes tan limitados, mucho más tras la lesión de Aimar Olaizola, y obligados a innovar tras repetir tanto las mismas combinaciones, Aspe y Asegarce han decidido recurrir a una combinación inédita con ingredientes de primera para refrescar sus menús veraniegos. Ocho campeonatos Manomanistas -son los dos pelotaris en activo con más txapelas-, siete por parejas, dos carácteres y características aparentemente antagónicas y, principalmente lo inédito de la combinación, hacen de la pareja Martínez de Irujo-Rubén Beloki un cóctel aparentemente muy apetecible para este verano.

Los aficionados que esta noche acudan al Izarraitz de Azpeitia tendrán la posibilidad de catar por vez primera, ante otra novedosa mezcla con muy buena pinta como la compuesta por Berasaluze VIII-Zubieta, una combinación que hoy puede estar un poco verde por los problemas físicos que están superando ambos y que tendrá en La Blanca su prueba de fuego.

El cartel de hoy en Azpeitia tiene el aliciente de unir por vez primera a dos pelotaris que han marcado época y que a su vez son los referentes de dos estilos muy distintos de Manomanistas. Rubén Beloki, que protagonizó grandes duelos ante Patxi Eugi, hoy botillero del de Ibero, representa, quizá con permiso de Barriola, el último vestigio del manomanista clásico, de jugar a bote, de alargar el peloteo y de tratar de terminar sólo cuando el contrario está totalmente dominado.

El techo de Martínez de Irujo todavía es imposible de vislumbrar, pero lo que está claro es que personifica el prototipo del pelotari del siglo XXI, fuerte, rápido y con un gran manejo de la volea y del juego de aire que lo hacen imprevisible.

Eso sí, ambos comparten la precocidad de sus títulos, ya que mientras el de Burlata sigue siendo el campeón individual más joven al conseguirlo con 20 años, el de Aspe logró su primera txapela en su primera participación en el individual.

Ilusionados

Aunque en principio no pasen de partidos de feria, Rubén Beloki reconoce que le hace ilusión compartir cartel con Martínez de Irujo. «Juan es un pelotari que ahora lo está haciendo de lujo, está marcando una época y es el reclamo número uno. Para mí, alinearme un día con él de compañero es especial, lo voy a poder tener ahí cuando deje de jugar a pelota, porque pensaba que sólo iba a jugar de contrario».

El pelotari de Ibero tiene sentimientos parecidos y encima entiende que jugar con Rubén puede ser un estímulo para «saltar más mentalizados» a la feria gasteiztarra.

Jugar con Irujo tiene dosis de premio y otras de compromiso, pero el zaguero tiene claro que «ahora lo veo como un premio. Si fuese un campeonato oficial tienes una responsabilidad añadida. Por supuesto que hay que dar el 100% y siempre lleva su responsabilidad, pero estoy muy contento de volver a jugar un torneo, sea con Juan o sea con cualquiera, porque eso es señal de que estoy bastante bien», reconoció. En este sentido, el partido de hoy puede ser un buen test de cara a La Blanca.

Y es que, Beloki reconoce no estar en plenitud de facultades tras la lesión que se produjo durante el transcurso del parejas. «He jugado cuatro partidos desde la lesión y no me esperaba ni siquiera entrar en el torneo. La verdad es que llego un poquito justo, porque se nota la inactividad, pero quiero dejar alto el pabellón, demostrar que otra vez estoy ahí arriba con los mejores y para eso tengo un gran compañero».

La única pega que el zaguero de Asegarce encuentra a la combinación es no haberla catado antes, porque qué no podía haber conseguido esta dupla. «Me ha pillado un poco tarde, es lo que decía yo, que un compañero como éste me hubiera venido bien hace unos años para ganar bien de txapelas. La cosa ha sido así, en su momento nunca te cruzas con pelotaris tan buenos y ahora hay que disfrutar de ello», ironizó Beloki.