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Crisis política en Italia

Berlusconi coloca a Italia ante una nueva crisis política

Un día después de ser expulsado por Silvio Berlusconi del partido que fundaron juntos, el Pueblo de la Libertad (PdL), Gianfranco Fini aseguró que no dimitirá como presidente de la Cámara de Diputados, como pretendía el primer ministro, y anunció la creación de un grupo parlamentario independiente, que podría privar al Gobierno de la mayoría que hasta ahora ha ostentado. Fini se erigió en el verdadero defensor de la «legalidad» y del «sentido de Estado» en Italia.

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GARA | ROMA

El derechista Gianfranco Fini lanzó ayer un desafío al primer ministro, Silvio Berlusconi, al negarse a renunciar al cargo de presidente de la Cámara de Diputados, tal y como Il Cavalieri le había pedido tras expulsarse del partido que cofundaron en marzo de 2009, el Pueblo de la Libertad (PdL), y criticar el «espíritu profundamente antiliberal» de su ex aliado. Fini se presentó como el verdadero defen- sor de la «legalidad» y del «sentido de Estado» en su país y anunció la creación de un grupo parlamentario propio, que podría poner en peligro la mayoría absoluta de la que hasta ahora ha gozado el Gobierno, algo que Il Cavalieri descartó. La ruptura del acuerdo entre la Alianza Nacional de Fini y Forza Italia de Berlusconi se ha producido sólo 16 meses después de que se formalizara y tras 16 años de convivencia política.

En una abarrotada pero breve comparecencia de prensa en Roma, Fini criticó con dureza las acusaciones del primer ministro en su contra y la forma en la que fue expulsado el jueves del partido, en una decisión adoptada por la ejecutiva del partido al considerar su actitud «contraria a los intereses» del PdL. El que fuera dirigente de la derechista Alianza Nacional afirmó con ironía que el «crimen» que ha cometido es haber osado criticar a Berlusconi y algunos proyectos de ley de su Gobierno.

«Página negra»

«Se ha escrito una página negra para el centroderecha italiano y, por supuesto, no dimitiré como presidente de la Cámara de Diputados, ya que mi misión es garantizar el respeto a la Constitución y la conducta imparcial de la actividad de la Cámara y no sólo a la mayoría que lo ha elegido», indicó Fini. En su opinión, la invitación a dimitir realizada por Il Cavalieri demuestra «una lógica empresarial, modelo administrador delegado del consejo de administración, que ciertamente no tiene nada que ver con nuestras instituciones». Esto, añadió, representa «una concepción nada liberal de la democracia».

Aunque el portavoz de los diputados del PdL, el fiel a Berlusconi Fabrizzio Cicchitto, le pidió una «reflexión» al haberle sido retirada la «confianza» del partido, la oposición consideró que el Presidente de la Cámara «es de todos, también de los que no le votaron», dijo el líder del Partido Demócrata (PD), Pierluigi Bersani, quien afirmó que existe una crisis de Gobierno y que el primer ministro debe comparecer ante el Parlamento.

Nuevo grupo parlamentario

Gianfranco Fini anunció también la formación de un grupo parlamentario independiente, que ayer mismo formalizó su inscripción en el Parlamento con el nombre de Futuro y Libertad de Italia y al que ya se han adherido 34 diputados y diez senadores, según informó Efe. El ex aliado de Berlusconi indicó que el nuevo grupo está formado por personas «libres que apoyarán lealmente al Gobierno cada vez que tome medidas incluidas en el programa electoral» que con el que PdL ganó las elecciones y «se opondrán si las decisiones son injustamente lesivas para el interés general».

Este trasvase de parlamentario puede poner el peligro la cómoda mayoría absoluta que disfrutaba el PdL en el Parlamento, aunque Berlusconi está convencido de que la mantendrá. Hasta ahora, la coalición en el poder contaba con 342 (271 del PdL, 59 de la Liga Norte y otros 12 del centroderecha) de los 630 parlamentarios. La oposición tiene 269 escaños, mientras que otros 19 parlamentarios se sitúan entre ambos bandos y es con estos «indecisos» con los que el primer ministro ha iniciado ya negociaciones para asegurarse su apoyo, según informaron algunos medios italianos

«No hay riesgo. Tenemos una mayoría», indicó Il Cavalieri por la mañana. Durante la tarde, insistió que tiene «los números» necesarios en el Parlamento para continuar adelante con su Gobierno. En un mensaje divulgado a través de la web del movimiento Promotores de la Libertad, perteneciente al PdL, afirmó que ahora podrá gobernar de un modo «más sereno y con claridad» y se mostró determinado a cumplir hasta el final de la legislatura, en 2013, la promesa de «crear una Italia más moderna, más segura, más próspera y menos oprimida por los impuestos y la burocracia».

Deterioro en las relaciones

Las relaciones entre Silvio Berlusconi y Gianfranco Fini se habían deteriorado en los últimos meses debido a las críticas de este último al uso reiterado de las mociones de confianza y a los decretos leyes por parte del Gobierno para aprobar normas y acortar así los trámites parlamentarios, y debido a las advertencias de Fini al primer ministro por su dependencia cada vez mayor de su segundo gran aliado, la populista y racista Liga Norte de Umberto Bossi.

Además, Fini ha expresado sus dudas sobre las intenciones del Ejecutivo para combatir ha la mafia, ha presionado para que dimitieran dos ministros y un subsecretario salpicados por varios escándalos y ha exigido ética al Gobierno.

Asimismo, ha mostrado su oposición a la llamada «ley mordaza» aprobada por el Gobierno de Berlusconi y que limita el uso y difusión de las escuchas telefónicas en investigacio- nes oficiales y se movió hasta que logró que se aprobara una enmienda que permitirá la publicación de las consideradas «relevantes».

Ayer el hasta ahora principal aliado del primer ministro se comprometió a defender la legalidad, «porque muchos ciudadanos de centroderecha no entienden por qué en nuestro las garantías constitucionales muchas veces son entendidas como impunidad», y volvió a defender la ética y el respeto a la reglas, mientras que Berlusconi justificó su expulsión del PdL al considerar su posición incompatible con los principios del partido y no estar dispuesto a soportar más tiempo «un partido dentro del partido».

«Me he quitado un peso de encima, me siento liberado, como cuando me he divorciado (de Veronica Lario)», dijo Berlusconi a sus seguidores, según publicaron ayer medios italianos y recogió Efe.

En un comunidado, el presidente de la República italiana, Giorgio Napolitano, apeló a la salvaguarda de la continuidad de la vida institucional en Italia, tras la grave crisis que ha estallado en el seno del PdL.

Un ex neofascista que pasó de delfín a rival

Gianfranco Fini, un neofascista arrepentido que acaba de consumar su ruptura con Silvio Berlusconi, su aliado durante 16 años, en los que tuvo que hacer olvidar su pasado irascible para adquirir la talla de hombre de Estado que convirtiera en su delfín, acabó transformándose en su rival.

El presidente de Alianza Nacional (AN, extrema derecha) -heredera del partido neofascista Movimiento Social Italiano (MSI)- se situó bajo el estandarte de Berlusconi, en cuyo primer Gobierno ocupó diferentes cargos y con quien fundó en 2009 el Pueblo de la Libertad (PdL). Juntos ganaron las elecciones un año antes.

Calificado de su «delfín en vida», Fini no tardó en utilizar su cargo de presidente de la Cámara de Diputados para convertirse en rival de su aliado.

Nacido en el Bolonia, en el «corazón rojo» de Italia, se unió con 17 años a las juventudes -que presidió- del neofascista MSI, donde fue elegido secretario general en 1987.

Diputado desde 1983, sorprendió con su éxito parcial cuando aspiró a ser el candidato a la Alcaldía de Roma y casi lo consigue, y ello motivó su reorientación política y su entrada, por primera vez, en 1994, en la coalición de derecha liderada por Berlusconi.

En 1995 rompió definitivamente con el legado de Mussolini, de quien había dicho que fue «el hombre de Estado más grande del siglo XX», y fundó la AN, con la que irrumpió en la escena política. AFP

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La oposición ha considerado la ruptura en el PdL como una crisis de Gobierno y ha pedido a Silvio Berlusconi que acuda al Parlamento, lo que el primer ministro ha descartado.

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