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Fandango, el helicóptero «low cost» diseñado y fabricado en Lapurdi

Hay cosas inalcanzables para el común de los mortales. Poseer un helicóptero puede ser una de ellas. Sin embargo, también en esta disciplina llega el «low cost». BHR-Helitechnica está fabricando ya `Fandango' que funciona con gasolina de 98 octanos, pesa 285 kgs., vuela a 200 kms/h y cuesta 160.000 euros. Seguirá siendo inalcanzable para la mayoría pero, caprichos aparte, es evidente que el aparato ofrece una alternativa de gran utilidad en muchos ámbitos.

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Arantxa MANTEROLA |

Suele decirse que el que la sigue la consigue. El popular dicho podría aplicarse perfectamente a Pascal Bernuchon que, tras años de esfuerzos incalculables, ha realizado su proyecto o, mejor dicho, su sueño.

Afirma que desde los doce años no ha podido «liberarse» de la pasión de volar. Ha sido piloto de avión durante años y ha trabajado como ingeniero en el departamento de proyectos de una gran empresa aeronaútica. Pero su predilección por el helicóptero le ha llevado a construir su propia sociedad. No sólo eso; ha creado su propio helicóptero.

En 2006, «harto de trabajar para los demás», Bernuchon abandonó «el estado pasivo» y se embarcó en lo que él define como un «verdadero acto revolucionario». Llevaba años queriendo construir un modelo peculiar de helicóptero. De hecho, convirtió el garaje de su casa en taller y allí fabricó el primero. Esa primera experiencia le valió para abordar un segundo prototipo y, llegado a ese punto, dio el paso para crear BHR.

El proyecto de Bernuchon pivota sobre la ecuación de «democratización» del helicóptero, haciendo que sea más accesible, y sobre la utilización del savoir-faire local, por lo que la concepción, el diseño y la fabricación de piezas y elementos y, por supuesto, el montaje se hacen en Euskal Herria.

Para lo primero es necesario abaratar los costes de producción. La concepción técnica es, por lo tanto, fundamental. Ha observado, probado y adecuado elementos que provienen, incluso, de disciplinas que no son propias de la aeronaútica. Por ejemplo, su pasión por la Fórmula 1 le ha sido de gran ayuda para la concepción modular del aparato. «Cuando un bólido de F1 se detiene en plena carrera para proceder a reparaciones y ajustes, todo está estudiado y preparado de antemano para realizarlas en segundos, lo que supone un trabajo previo de diseño técnico de las piezas para que su montaje sea simple y rápido», explica mostrando una pieza cuya forma guarda un curioso parecido con el alargado capó del motor que suelen tener los coches de carrera, sólo que en el caso del helicóptero de Bernuchon, ésta hace las veces de cola.

Nuevos materiales

Todo está calculado, asimismo, para que el promedio de vida de las piezas sea el doble que lo habitual, por lo que la relación mantenimiento-rendimiento se revela más que interesante. «Contrariamente a lo que ocurre con el automóvil que va perdiendo valor en función del tiempo, en el sector del helicóptero se miden las horas de vuelo. Normalmente, las piezas más costosas se cambian a las 2.000 horas de vuelo. Nosotros utilizamos materiales para las nuestras que permiten realizar hasta 4.000 horas de vuelo. Esos materiales son más caros al principio, pero en la relación global de todos los elementos y piezas resultan más rentables», matiza Daniel Michau, director comercial de BHR y responsable, en su calidad de piloto, de probar los aparatos que fabrican.

Además, no dudan en aprovechar la evolución habida en los materiales y aplicar las nuevas tecnologías. Así, recurre a materiales polímeros o compositos (fibra de carbono, «nido de abeja»... para compactar los huecos, colas especiales), que son al mismo tiempo ligeros y sólidos.

Por otro lado, las piezas que concibe están diseñadas por ingenieros jóvenes salidos de la escuela de Ingeniería ESTIA de Bidarte, muy cercana a sus talleres de Biarritz. Idem en lo referente al instrumental electrónico. Y para fabricar las piezas mecánicas, tampoco ha dudado en hacer partícipe de su proyecto a la empresa Megabasque de Kanbo, especializada en piezas para aeronáutica, que se ha convertido en asociada de BHR.

Recientemente ha extendido su colaboración a la empresa Burdinberri, fabricante de elementos para Airbus y que se encargará de fabricar un nuevo modelo de 4-6 plazas que, por el momento, no tiene nombre definitivo. Bernuchon está muy satisfecho de trabajar con la empresa gasteiztarra. Alaba, incluso, la actitud emprendedora y positiva tanto de los fabricantes como de las instituciones.

«En Francia -dice-, las cosas son muy complejas. La maraña administrativa, las normativas tan estrictas, los obstáculos que hay que superar en las que el peso de los lobbies de la aeronaútica no son ajenos, hacen desistir a muchos de lanzarse en la fabricación industrial».

Motor americano

Los helicópteros están equipados de un motor americano de la marca Lycoming (único elemento que adquieren en el exterior), homologado en el mercado mundial y que responde perfectamente a sus necesidades. Renault fabrica uno pero demasiado caro, y algunas pruebas que efectuaron con un motor australiano no garantizaban la fiabilidad exigida.

La clientela a la que se dirigen es eminentemente civil y están convencidos de que sus helicópteros pueden ser de gran utilidad en infinidad de campos (transporte sanitario, formación de pilotos, control de carreteras...), en particular en países emergentes como los africanos, en los que la adquisición y posterior mantenimiento de los helicópteros convencionales es muchas veces inalcanzable. En esa perspectiva de mercado han diseñado el Iboga, nombre de una planta iniciática que sólo existe en Ghana.

Son conscientes del riesgo de ser absorbidos por «los grandes» del sector aeronaútico o por ofertas millonarias. «Mientras nos mantengamos en un margen de fabricación pequeño y no entremos en competencia directa con ellos, podremos seguir», manifiesta Bernuchon, apuntando que desde China le llaman periódicamente para saber si vende su invento.

Su ambición por el momento es seguir haciendo realidad aquel proyecto surgido en su garaje que muchos consideraron un sueño loco e instalarse el año que viene en la fábrica que van a construir en la Technocité de Baiona, donde podrán pasar de la actual fabricación artesanal a la industrial.

AYUDAS

El fabricante de los «helicópteros de bolsillo» ha recibido ayuda institucional para llevar a cabo su proyecto. La subvención ha supuesto entre un 10-15% del total de las inversiones.

FANDANGO

Es el modelo que fabrican actualmente en sus talleres de Biarritz. Se trata de un biplaza de menos de 300 kgs. Tienen 23 esperando en su cartera de pedidos. El plazo de entrega habitual es de alrededor de seis meses.

IBOGA

Esta ya prácticamente diseñado. Será un modelo destinado, principalmente, a los países emergentes (Africa, India...). Contará con cuatro plazas que podrán convertirse en seis si se usa el espacio destinado a las camillas.

Biarritz

Este aparato, cuya denominación aún no es definitiva, se fabricará a partir de setiembre en Burdinberri de Gasteiz. Este «cuatro plazas» puede competir con los modelos de Eurocopter, el líder mundial del sector.

De dos a doce

La empresa empezó con dos empleados y hoy, entre BHR (que concibe los proyectos) y Helictechnica (que se encarga de construirlos) son doce. En dos o tres años, esperan pasar a unos veinticinco o treinta trabajadores.

Technocité, una plataforma para la investigación aeronaútica

El último informe de Gaindegia presentado hace unas semanas, subrayaba que el gasto dedicado a I+D+I en Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa es bastante bajo (1,2% del PIB), debido, en gran medida, al exiguo tejido industrial existente en ese lado del Bidasoa.

El proyecto de Technocité de la zona industrial situada a la entrada de Baiona, donde hace unos años estuvieron instaladas las fábricas Sony y más tarde Ruwel -cuyos cierres supusieron la pérdida de centenares de empleos-, contribuirá a aumentar el porcentaje.

Responsables políticos y económicos locales, entre ellos Jean Grenet, actual presidente de la CABAB (Mancomunidad Baiona-Angelu-Biarritz), que adquirió el terreno de 10 hectáreas a la empresa Ruwel, y el presidente del Consejo de Aquitania, Alain Rousset, han visitado recientemente la zona, donde empiezan ya a despuntar varios edificios.

La vocación de la Technocité, integrada en el polo de competitividad Aerospace Valley, es convertirse en una plataforma industrial y terciaria especializada en la investigación y desarrollo de nuevos materiales y tecnologías en el ámbito de la aeronaútica, del espacio y de sistemas embarcados.

Varios proyectos empresariales están ya concretándose, como el edificio Astria que estará construido para fin de año. En sus 4.000 m2, se instalarán tres sociedades de servicios para la industria: Capgemini Aerospace & Defence France, dedicada a la elaboración de herramientas informáticas para la navegación por satélite; Forilva, filial de Vinci Constructions; y el gabinete de juristas Fidal. Entre las tres sociedades representan unos 200 empleos, aunque no todos son de nueva creación.

El propio edificio está siendo construido en base a un proyecto arquitectural que prioriza el ahorro energético (tienen previsto que superará en un 30% los niveles de la normativa térmica en vigor) y las técnicas de ecoconstrucción más novedosas.

La edificación que está más avanzada es la del centro de investigación y formación Compositadour, en el que el proyecto institucional contará con la colaboración de empresas como Dassault, Socata, EADS Composite Aquitaine y Lauak, así como del liceo Jean Taris de Peyrehorade (Landas) y la Escuela de Ingenieros ESTIA de Bidarte. Será ésta quien se encargue de la gestión del centro.

La actividad de Compositadour estará centrada en los materiales polímeros y compositos utilizados en aeronaútica pero también cada vez más en otros ámbitos, por ejemplo en la construcción de viviendas ecológicas.

Además, en sus locales se instalará un vívero de actividades con espacios mixtos de talleres y oficinas y espacios de servicios compartidos. El coste total del proyecto se acerca a los tres millones de euros. Un tercio ha sido subvencionado por el Consejo Regional de Aquitania.

La sociedad Helitechnica emprenderá en breve la construcción de una fábrica de 1.600 m2, donde construirá industrialmente los helicópteros concebidos por BHR. Esperan que esté terminada para 2011. A.M.

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