Los familiares y amigos de los presos políticos vascos salieron ayer a las carreteras vascas a reclamar el fin de la «criminal» política penitenciaria. Las áreas de descanso de las autopistas y los puentes en los que colgaron banderolas por la repatriación, pancartas e ikurriñas fueron los lugares escogidos por Etxerat.

Cada verano se repite esta movilización coincidiendo con el desplazamiento masivo de coches a finales del mes de julio al comenzar el periodo estival y desde la asociación aprovechan para volver a recordar las vulneraciones de derechos que sufren los prisioneros vascos. Entre ellas, recordaron que la política de dispersión ha provocado la muerte de 21 presos vascos y que 16 familiares y amigos han perdido la vida en accidentes.

Cientos de personas secundaron las movilizaciones realizadas con motivo de la Operación Salida. Desde Etxerat destacaron que en el área de descanso de Ugaldebieta se reunieron 300 personas, 200 se movilizaron por las calles de Gasteiz y un centenar se concentraron en Aritzeta. En el alto de Itziar también se reunieron unas 100 personas, al igual que en Durangaldea, mientras unas 130 se con- centraron en Iruñea en la rotonda de la Avenida de Zaragoza.

En Araba 45 personas se movilizaron en la Lautada entre Agurain y Aiara, 15 en Urkabustaitz y 105 en Lopidana. La Ertzaintza se presentó en este lugar y tras iniciar una discusión acerca de los carteles, finalmente interpuso varias multas y puso el «cepo» a algunos de los coches que estaban aparcados en un lado de la carretera N-1.

La asociación de familiares y amigos de los presos vascos censuró los incidentes provocados por la Policía autonómica. Según señalaron, en el área de descanso de Ugaldebieta una mujer fue identificada por portar una fotografía de un preso político. Las personas allí congregadas respondieron a la actuación de la Ertzaintza gritando «Presoak kalera» y cantando «Hator hator». En el área de servicio de Orereta también fueron identificadas dos personas.

Blusas y neskas de Gasteiz

Mientras, la Comisión de Blusas y Neskas y la Comisión de Txosnas comparecieron ayer en la capital alavesa para denunciar la incursión de la Ertzaintza la semana pasada en una comida en honor a los familiares de presos. La actual presidenta de la Comisión de Blusas y Neskas ha sido imputada junto a otras dos personas por «enaltecimiento del terrorismo».

Los comparecientes criticaron la «estrategia de criminalizar la solidaridad». Y advirtieron a los representantes institucionales de que no van a seguir «tolerando» actuaciones policiales que «atentan contra la libertad de expresión».

Por otro lado, en el ongi etorri realizado el jueves al ex preso David Cebrián en Berriozar, la Guardia Civil ocupó la localidad e identificó a varias personas.