El Gobierno ruso afirmó ayer que contuvo la progresión de los incendios forestales que continúan devastando más de 100.000 hectáreas en la parte occidental del país así como pueblos enteros, y que causaron la muerte a 30 personas.

La situación «mejoró sensiblemente» en las últimas horas, afirmó la portavoz del Ministerio de Situaciones de Emergencia en Moscú, Irina Andrianova, a varios medios rusos, indico AFP.

Según ella, la superficie afectada por el fuego se redujo en 7.000 hectáreas, para situarse en 128.000 hectáreas.

«En los últimos dos días, las fuerzas del Ministerio lograron evitar que se incendien casas, y evitaron las pérdidas humanas», subrayó esta responsable.

Según el último balance oficial del Ministerio proporcionado ayer por la mañana, 28 personas murieron, pero dos cuerpos más fueron encontrados en una localidad de la región de Nijni Novgorod (centro), elevando el total a 30 muertos. Este último extremo no fue confirmado por vías oficiales.

774 focos

En un boletín de información publicado en su página de internet, que describía la situación a las 6.00 de la mañana, el Ministerio daba cuenta de 774 focos de incendio en el territorio ruso.

«Debido a los fenómenos meteorológicos desfavorables en varias zonas de las regiones del centro y de la cuenca del Volga (altas temperaturas de hasta 40°C, con fuertes vientos de hasta 70 kilómetros por hora), la situación se agravó», explicaba el boletín.

Los servicios forestales dieron cuenta -la mañana de ayer- de la extensión de los incendios al poco poblado extremo oriente del país en las últimas 24 horas, en donde 100.000 hectáreas de taiga y 300.000 hectáreas de llanuras permanecían aún en llamas a última hora de ayer.

Según la portavoz del Ministerio, unos 180.000 bomberos y más de 30.000 vehículos, helicópteros y aviones, asistidos por militares, luchan contra los incendios forestales. El Ministerio había citado antes la cifra de 240.000 efectivos.