Mientras la petrolera británica BP trata de culminar su enésimo intento de sellar permanentemente el pozo de petróleo que produce la marea negra en el Golfo de México, un nuevo informe del Congreso estadounidense publicado ayer informó de que la Guardia Costera de EEUU permitió a British Petroleum recurrir en exceso a productos químicos tóxicos para dispersar la mancha de crudo, pese a la existencia de una directriz federal que restringía severamente su uso.

El informe revela que la Guardia Costera autorizó en 74 ocasiones durante un periodo de 48 horas las peticiones de la empresa para usar químicos tóxicos en la superficie, y también bajo el agua, en la cercanía del pozo que vierte crudo desde el pasado 20 de abril, cuando explotó la plataforma de exploración.

De hecho, las excepciones fueron emitidas durante 54 días y después de que la Agencia de Protección Ambiental (EPA) restringiera el 26 de mayo el uso de los químicos, agrega el Congreso en la investigación.

El dispersante fue efectivo para separar el crudo en pequeñas gotas que son consumidas más fácilmente por bacterias, pero se desconocen los efectos a largo plazo para la vida acuática. Esa incertidumbre ambiental ha llevado a varias disputas entre BP y la Casa Blanca por el uso de dispersantes cuando el crudo se estaba derramando.

Apertura de caladeros

Por otro lado, las autoridades del Estado de Louisiana anunciaron su intención de reabrir en breve los caladeros para la pesca comercial, pese a la marea negra.

Los pescadores se mostraron contentos debido al fuerte impacto que el vertido ha tenido en la economía y el turismo de la zona. Sin embargo, los pescaderos no ocultan su desconfianza por el uso de materiales químicos contaminantes para combatir la fuga y que podrían haber afectado a la calidad del pescado.