Los transportistas griegos decidieron ayer, en una asamblea extraordinaria celebrada en Atenas, suspender la huelga que iniciaron el pasado lunes en contra de la liberalización del sector del transporte y que ha provocado un serio desabastecimiento de combustible en plena temporada turística.

Yorgos Tzortzatos, presidente de la Unión de Propietarios de los Camioneros, anunció el fin del paro laboral a partir de hoy aunque advirtió de que «damos fin a la huelga, mostrando responsabilidad, con la condición de que se levante la movilización civil y que se inicie un diálogo», según recogió Efe. No obstante, los profesionales advirtieron de que «si el Gobierno no cumple con su palabra, volveremos a las huelgas».

Unos 33.000 transportistas han dejado a Grecia durante casi una semana desabastecida de combustible. El miércoles, en el tercer día de huelga, el Gobierno ordenó a los huelguistas que volvieran a sus puestos de trabajo al considerar la huelga como ilegal. Ante la negativa de la mayoría de los transportistas de suspender el paro, el Ejecutivo decidió el pasado viernes movilizar al Ejército. Dicha medida gubernamental obligó también a las empresas privadas de transporte a poner a disposición de las autoridades sus vehículos y su personal.

Así, desde la madrugada del pasado sábado camiones del Ejército y de las compañías de petróleo, escoltados por la Policía, empezaron a restablecer el abastecimiento en el país. Durante el día de ayer lograron abastecer más del 50% de las gasolineras de las principales ciudades griegas. No obstante, el proceso en las provincias y las islas avanza más lento.

El desabastecimiento ha producido que miles de turistas se hayan visto bloqueados. Según la Unión de Dueños de Gasolineras de Grecia, el pasado viernes sólo el 10% de las gasolineras de Atenas tenía combustible. Pero el mayor problema se ha vivido en el norte de Grecia y en las islas, donde en plena temporada turística miles de personas se preparaban para salir de vacaciones sin poder acceder al suministro de combustible.

Algunas empresas de alquiler de coches del norte del país señalaron a Efe que sus clientes se han visto obligados a dejar los vehículos abandonados y recurrir al autobús por falta de combustible. Asimismo, los hosteleros de la región de Chalkidiki, también en el norte, aseguraron que muchos de los turistas extranjeros se quedaron sin dinero en metálico al no poder trasladarse a las localidades con cajeros automáticos. Y según fuentes de las Oficinas de Turismo, en los primeros cuatro días de huelga, se registró una reducción del 30% en las reservas de los barcos, y se canceló un 40% de los viajes a las islas.

Retirada de licencias

Asimismo, desde el Gobierno aseguraron el pasado viernes que la Policía procedería a repartir las citaciones judiciales a los transportistas que se negaron a suspender la huelga el miércoles, tras la orden dada por el Gobierno de volver al trabajo, y que se les acusará de desacato a dicha orden gubernamental. El ministro de Infraes- tructuras y Transportes, Dimitris Repas, advirtió de que «las sanciones previstas se aplicarán al pie de la letra, incluyendo la retirada de las licencias profesionales». El gobierno incluso amenazó a los trabajadores con confiscarles los vehículos. En este sentido, algunos huelguistas declararon su intención de ejercer acciones legales contra el Gobierno.

No obstante, en la noche del sábado, el mismo Repas propuso al sindicato de camioneros que terminaran con la huelga a cambio de levantar las sanciones por haber desobedecido la orden gubernamental.

La liberalización del sector del transporte, así como las previstas en otras profesiones, son parte de las medidas exigidas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Unión Europea (UE), que tienen a la economía griega bajo supervisión tras otorgarle un paquete de ayuda trianual, en forma de préstamos por un total de 11.000 millones de euros.

En este sentido, el ministro de Infraestructura y Transporte aseguró ayer que «la liberalización del monopolio no es negociable». «Grecia no tiene tiempo que perder para realizar los cambios necesarios. Hacia fines de año, Grecia tendrá una imagen completamente diferente», añadió.