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fórmula uno Gran Premio de Hungría

Liderato con sabor reivindicativo

Mark Webber (Red Bull) logró su cuarta victoria de la temporada al aprovecharse de una decisión equivocada de su compañero Sebastian Vettel cuando el coche de seguridad estaba en pista. Gracias a este triunfo, el australiano se sitúa a la cabeza del Mundial.
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Imanol CARRILLO

Por todos los seguidores de la Fórmula Uno es sabido que la relación entre Mark Webber y Sebastian Vettel, ambos de Red Bull, no es del todo buena. Ya pasó en su día con Lewis Hamilton y Fernando Alonso en McLaren, además de en una infinidad de equipos y pilotos.

El equipo austriaco de Red Bull, además, parece haberle dado el número uno al alemán Vettel. Pero en la carrera de ayer Webber dejó bien claro que él no es el segundo piloto de la escudería y se reivindicó a lo grande dentro de la pista: logrando la cuarta victoria de la temporada -lleva dos más que Vettel- y alcanzando el liderato del Mundial.

La salida, sin embargo, no fue muy buena para el vencedor final. Mientras que su compañero defendió la primera posición, el australiano vio cómo Fernando Alonso (Ferrari) le pasaba antes de entrar en la primera curva.

Vettel volvió a demostrar que su coche está muy por encima de los demás. Fue sacando un segundo por vuelta al asturiano, que mantenía a Webber por el retrovisor.

Entonces llegó la decimoxesta vuelta, momento en el que la carrera cambió por completo. Los monoplazas comenzaron a entrar en boxes para cambiar sus neumáticos aprovechando la salida del safety car por las piezas que había dejado el coche de Liuzzi en la pista.

El pit lane es conocido por la tensión que se respira entre los mecánicos, que tienen que cambiar las ruedas en el menor tiempo posible para que su piloto salga en muy pocos segundos a pista. Y esa tensión fue excesiva, ya que ocurrieron demasiados errores.

Por un lado, Nico Rosberg (Mercedes) perdió su rueda derecha trasera, que terminó rodando sin control. Además, más atrás, el coche de Robert Kubika (Renault) -que justo había cambiado las ruedas- chocaba con el de Adrian Sutil (Force India) -que llegaba en ese instante-.

Webber fue uno de los pocos que no entró en boxes y se puso en cabeza. Vettel siguió su estela y Alonso se colocó en tercera posición.

Cuando el coche de seguridad se apartó para que la carrera se relanzase, Vettel dejó una distancia abismal entre su coche y el de Webber, haciendo tapón en la parte de atrás. Esta decisión fue sancionada con un drive through -pasar por boxes sin parar- para el germano, hecho que le privó de la segunda posición en beneficio de Alonso.

Bonito espectáculo al final

A partir de ese momento, la superioridad de Webber fue creciendo vuelta tras vuelta. La estrategia elegida le salió perfecta. Gracias a su ventaja sobre sus perseguidores, logró cambiar los neumáticos sin perder la primera posición, por lo que el espectáculo se fue más atrás.

El que era líder del Mundial hasta ese momento, Lewis Hamilton, tuvo que abandonar por un problema en la caja de cambios de su McLaren. Un espectacular Petrov (Renault) se había colado en la quinta posición. Dos puestos más atrás venía Pedro Martínez de la Rosa (Sauber), que obtuvo sus primeros puntos de la temporada.

Pero la carrera guardaba una última acción que a más de uno le dejó sin aire durante varios segundos. Rubens Barrichello (Williams) venía como un tiro hasta llegar a la altura de Michael Schumacher (Mercedes). En la recta de meta el brasileño intentó adelantar al Káiser, pero éste le fue cerrando el paso hasta que a punto estuvo de empotrar a su rival contra el muro.

El de Williams pudo adelantar a su ex compañero en Ferrari y llegar a salvo a la línea de meta, igual que Webber, Alonso y Vettel, que se subieron finalmente al podio de Hungaroring.

Schumacher, sancionado con diez puestos

La parte final de la carrera en el circuito de Hungaroring dejó una acción muy polémica entre Michael Schumacher y Rubens Barrichello. El brasileño terminó casi empotrado en el muro de la recta de meta cuando estaba intentando adelantar al «Káiser» y éste le cerró el paso.

Debido a esta acción, el siete veces campeón ha sido sancionado con diez puestos en la próxima parrilla de Spa. «Tengo mucha experiencia y sólo un loco no levanta el pie del acelerador ahí. He hecho una de la mejores maniobras de mi carrera contra una de las más horrendas de Michael. Uno que está tres años fuera de la Fórmula Uno no hace falta que vuelva para hacer algo así. No hay necesidad», explicó Barrichello tras la carrera.

Schumacher respondió diciendo que «no nos tocamos, así que supongo que había dejado suficiente espacio para él. Yo no soy conocido por hacer regalos en la pista. Si alguien desea pasarme tiene que luchar por ello, y así fue».

Asimismo, Renault y Mercedes han sido sancionados con 50.000 dólares por los accidentes que provocaron en la calle de talleres.

GARA

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