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Medvedev viaja a Abjasia en el aniversario de la guerra con Georgia

El presidente ruso, Dimitri Medvedev, justificó ayer en Sujumi, capital de Abjasia, el reconocimiento por parte de Moscú de la independencia de esta república y de Osetia del Sur, coincidiendo con el segundo aniversario de la guerra con Georgia. Medvedev señaló que no lamenta nada de la intervención militar rusa tras la invasión georgiana de Osetia del Sur, «ya que si no, el conflicto hubiera sido más sangriento».
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El presidente ruso, Dimitri Medvedev, realizó ayer su primera visita a Abjasia, república que declaró su independencia de Georgia, coincidiendo con el segundo aniversario del comienzo de la guerra que enfrentó a Rusia y Georgia, destacando que «no lamenta nada».

Esta visita sorpresa tiene un alto contenido simbólico ya que se produce en el segundo aniversario de la guerra relámpago entre Moscú y Tbilisi por el control de Osetia del Sur, otra república que declaró su independencia de Georgia a la que Moscú reconoció al igual que a Abjasia.

«No lamento nada», declaró Medvedev en el paseo marítimo de Sujumi, repleto de turistas rusos.

«Si no hubiéramos reconocido a Abjasia y a Osetia del Sur no podríamos tomarnos este café. Probablemente, habría habido un conflicto largo y sangriento. Hemos evitado un baño de sangre», añadió el presidente ruso.

Medvedev se reunió con el presidente abjasio, Sergei Bagapch en Sujumi (Aqua, en abjasio), capital de la república que se proclamó independiente tras un conflicto que provocó miles de muertos entre 1992 y 1993.

«Vamos a tener buenas relaciones con Abjasia en el ámbito económico y en materia de seguridad», dijo el presidente ruso.

También visitó la base militar rusa de Gudauta, en Abjasia, agradeciendo a los soldados que «no hayan dejado que algunas fuerzas extremistas aticen el odio y provoquen un derramamiento de sangre».

El presidente ruso defendió allí, una vez más, la decisión de intervenir militarmente en el conflicto que enfrentaba a Tbilisi con Osetia del Sur.

«No fue una decisión fácil. Pero el tiempo ha demostrado que fue una decisión adecuada. La existencia de los pueblos de Osetia del Sur y Abjasia estaba amenazada», declaró.

Situada en la costa del mar Negro, Abjasia tiene frontera con la región rusa de Sochi, que acogerá en 2014 los Juegos Olímpicos de invierno.

Georgia, como se esperaba, rechazó la visita de Medvedev a Abjasia.

«Creo que sería mejor que el presidente ruso se concentrase en sus problemas internos», declaró a France Presse el viceprimer ministro y encargado de la cartera de Reintegración, Temur Yakobachvili, en referencia a la ola de incendios que asola Rusia.

«Siguen buscando jugar un juego que ya han perdido. Estos territorios [Abjasia y Osetia del Sur] están actualmente reconocidos como territorios ocupados y este tipo de visitas no cambiará nada ni aportará nada positivo a la región», añadió Yakobachvili.

Georgia desencadenó en la noche del 7 al 8 de agosto de 2008 una ofensiva militar para recuperar el control de Osetia del Sur, que se declaró independiente de Tbilisi en 1990, en plena disolución de la URSS.

Rusia respondió poniendo en marcha una operación militar de envergadura. La guerra relámpago de cinco días acabó con el reconocimiento por parte de Moscú, el 26 de agosto de 2008, de las independencias de Osetia del Sur y Abjasia. Tropas rusas siguen desplegadas en ambos territorios.

Este reconocimiento fue ampliamente criticado y sólo Nicaragua, Venezuela y la pequeña isla de Nauru, en el Pacífico Sur, han dado el paso de reconocer la independencia de estas dos repúblicas.

En Osetia del Sur, pequeña república de unos 80.000 habitantes, cerca de un millar de personas se reunieron en la plaza central de Tsjinval el sábado por la noche para recordar el inicio del ataque georgiano contra la ciudad en 2008.

Los países europeos incrementan la ayuda contra los incendios

El Estado francés, Italia y otros países europeos incrementaron ayer su ayuda a Rusia para sofocar los incendios forestales, que han devastado el centro del país y mantienen sitiada a Moscú.

El primer ministro francés, François Fillon, y el italiano, Silvio Berlusconi, se comunicaron con su colega ruso, Vladimir Putin, para anunciarle el envío adicional de aviones y equipos contra los incendios, informó el servicio de prensa del Ejecutivo ruso.

Roma ofreció varios hidroaviones, además de los dos destinados a Rusia con anterioridad, mientras que París propuso enviar una aeronave, 37 coches de bomberos, una quincena de bombas de agua de alta presión y una unidad de 120 socorristas.

Además, Polonia anunció que un grupo de 155 bomberos ha viajado a Rusia para colaborar con las labores de extinción de los incendios forestales, que ya se han cobrado la vida de 52 personas.

Durante la pasada semana, también ofrecieron ayuda y enviaron a Rusia aviones, helicópteros y bomberos Alemania y Bulgaria, así como Ucrania, Azerbaiyán, Armenia, Kazajistán, Bielorrusia y otras antiguas repúblicas de la URSS.

El Ministerio ruso de Emergencias informó ayer de que el número de incendios forestales en la parte europea del país disminuyó el sábado de 577 a 554 focos y de que también es inferior la superficie afectada, de poco más de 190.000 hectáreas.

«La situación de los incendios es complicada, pero se vislumbra una tendencia positiva», aseguró a la agencia RIA-Novosti, la portavoz de la cartera, Tatiana Andrianova». GARA

chechenia

Un policía murió y otro resultó herido ayer en una operación de las fuerzas de seguridad rusas en Chechenia que tuvo lugar en Grozni y en la que también habrían muerto dos insurgentes, según informó la Policía.

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